Irán efectuó este miércoles varias pruebas de misiles balísticos con carácter «disuasivo», que llevaron al vicepresidente estadounidense, Joe Biden, a advertir que su país «actuará» si se confirma que utilizaron proyectiles militares de este tipo.

Estos ensayos se producen unas semanas después de la implementación del histórico acuerdo nuclear entre Teherán y las potencias mundiales.

«En lo que concierne a sus actividades convencionales fuera del acuerdo (…) vamos a actuar y ya estamos intentando actuar», afirmó el vicepresidente estadounidense durante una visita a Israel.

Según la agencia oficial de prensa, Irna, y la página de los Guardianes de la Revolución, la división de élite del ejército iraní, estos lanzamientos están destinados a mostrar que Irán está listo para «afrontar cualquier amenaza contra la revolución, el régimen y la integridad territorial del país».

Estas operaciones se suman a otros lanzamientos llevados a cabo el martes.

Varios tiros de misiles de corto, mediano y largo alcance (de 300 a 2.000 km) fueron lanzados en diferentes puntos del territorio iraní, la mayor parte de ellos desde bases subterráneas.

El comandante de la división aeroespacial de los Guardianes de la Revolución, el general Amir Ali Hajizadeh afirmó, tras el lanzamiento de los últimos disparos este miércoles, que estos misiles están destinados a golpear a los enemigos distantes, en particular a Israel.

Según las agencias de prensa Fars y Tasnim, cercanas a los Guardianes de la Revolución, los misiles tenían inscrita la frase: «Israel debe ser borrado de la faz de la tierra».

«Se dispararon misiles Qadr H y Qadr F de largo alcance (…) que destruyeron objetivos en lugares identificados» en la costa sureste de Irán, informó el servicio de comunicación de los Guardianes y la agencia oficial Irna, citando al general Hossein Salami.

Estas pruebas se producen en un momento en que Biden visita Israel, con el tema de Irán en la agenda.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, es un acérrimo crítico del acuerdo nuclear con Irán.

Estados Unidos habían anunciado el 17 de enero nuevas sanciones vinculadas con el programa de misiles balísticos iraní. Se trata de sanciones unilaterales, desvinculadas de las sanciones internacionales asociadas al programa nuclear.

«Mientras más aumenten nuestros enemigos las sanciones, más intensa será la reacción de los Guardianes», advirtió el general Amir Ali Hajizadeh.

Una fuerza desestabilizadora

Irán siempre negó que buscara dotarse de un arma nuclear y asegura que sus misiles no están concebidos para llevar un arma de este tipo.

Sin embargo, Estados Unidos y los países de la región, entre ellos las monarquías del Golfo e Israel «están preocupadas» por las capacidades de Irán en materia de misiles balísticos.

«Irán sigue siendo una fuerza desestabilizadora en la región», declaró el general Lloyd Austin, jefe del Centcom (el comando de las fuerzas estadounidenses en el Medio Oriente) ante la comisión de Fuerzas Armadas del Senado.

El Departamento de Estado, por su parte, afirmó que Washington acudiría a la ONU si se demuestra que hubo pruebas.

Pero su portavoz, John Kirby, destacó que estas pruebas «no son una violación» del acuerdo nuclear.

Austin también señaló que los países de la región también están preocupados por las capacidades de Irán en materia cibernética, su capacidad para minar los estrechos y sobre todo la actividad de las fuerzas Qods (encargadas de las operaciones exteriores de los Guardianes de la Revolución).

«Hay una serie de cosas que me hacen pensar que su comportamiento no ha cambiado», señaló.