Israel anunció este sábado el cierre hasta nueva orden del único punto de entrada de mercancías hacia la Franja de Gaza, sometida a un bloqueo israelí, tras los importantes daños provocados la víspera por manifestantes palestinos.

Miles de gazatíes se reúnen desde el 30 de marzo cerca de la frontera con Israel, sobre todo los viernes, en el marco de la «gran marcha del retorno», un movimiento de protesta que reivindica el derecho de los palestinos expulsados de Israel a volver a sus tierras.

La decisión de cerrar el paso de Kerem Shalom, que entrará en vigor el domingo, se tomó a raíz de «las destrucciones e incendios provocados por decenas de amotinados en el lado palestino de ese paso, bajo los auspicios de Hamas», el movimiento islamista que gobierna la Franja de Gaza, indicó el ejército israelí en un comunicado.

Israel insiste en que Hamas, contra el que libró tres guerras desde 2008, manipula a los manifestantes gazatíes, cuyo movimiento de protesta se ha saldado con 53 palestinos muertos desde su inicio.

El cierre del paso agravará la situación ya de por sí precaria de Gaza, que lleva una década sometida a un duro bloqueo de Israel, y donde más de dos tercios de la población dependen de la ayuda humanitaria para sobrevivir.

«El paso permanecerá cerrado hasta que los daños sean reparados», precisó el ejército, asegurando que el material que permite suministrar carburante a la Franja de Gaza quedó inutilizado tras las destrucciones palestinas del viernes.

Egipto, cuya frontera con Gaza está cerrada la mayor parte del tiempo, abrió este sábado su paso hacia el enclave palestino por un periodo de cuatro días.

La manifestación del viernes se produjo a tres días del traslado oficial de la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén y de la conmemoración el martes de la «Nakba» (la catástrofe, en árabe), que recuerda para los palestinos la creación de Israel y el éxodo de cientos de miles de ellos.