La primera ministra italiana Giorgia Meloni reafirmó el apoyo «firme y convencido» de su Gobierno a Ucrania, luego de las críticas de su socio de coalición, Silvio Berlusconi, al mandatario Volodimir Zelenski en una nueva toma de posición filorusa del ex premier.

«El apoyo a Ucrania por parte del Gobierno italiano es firme y convencido», planteó a última hora del domingo un comunicado del Ejecutivo que desde octubre encabeza Meloni en alianza con Fuerza Italia de Berlusconi y la Liga de Matteo Salvini.

La reafirmación del apoyo italiano, que según Meloni estaba «claramente en el programa electoral de la coalición», se dio horas después de que Berlusconi criticara con dureza a Zelenski por su estrategia y posiciones políticas antes y durante la invasión rusa iniciada el 24 de febrero.

«Le bastaba con dejar de atacar a las dos repúblicas autónomas de Donbass y esto no habría sucedido», planteó Berlusconi sobre Zelenski, en referencia a las posibles hipótesis del inicio de la guerra comenzada el 24 de febrero con la invasión rusa a Ucrania tras ataques de Kiev a territorios aliados de Moscú.

«Así que juzgo muy, muy negativamente la conducta de este señor. Si yo hubiera sido el primer ministro, nunca habría ido a hablar con Zelenski, porque estamos presenciando la devastación de su país y la masacre de sus soldados y civiles», agregó Berlusconi, luego del encuentro que Meloni tuvo la semana pasada con Zelenski en Bruselas y a días del anunciado viaje, aún sin fecha, que la premier planea a Kiev.

Berlusconi, de amistad pública con el presidente ruso Vladimir Putin, ya había sido objeto de críticas por parte del establishment italiano en octubre pasado al plantear una visión de la guerra que responsabilizaba a Ucrania de la ofensiva rusa.

«En 2014 en Minsk, Bielorrusia, se firma un acuerdo entre Ucrania y las dos repúblicas recién establecidas de Donbass para un acuerdo de paz sin que nadie ataque al otro. Ucrania tira este tratado al infierno un año después y comienza a atacar las fronteras de las dos repúblicas», argumentó Berlusconi entonces en un encuentro con parlamentarios de su fuerza, en medio de otras críticas personales a Zelenski.

Elecciones con baja participación

Independientemente de las cuestiones de política exterior, las dos regiones más importantes y pobladas de Italia, la norteña Lombardía y la central Lacio, cierran este lunes una jornada electoral de dos días en la que definen sus nuevas autoridades para los próximos cinco años, en unos comicios que registran, por el momento, una fuerte baja en la participación y que representan el primer test electoral para el Gobierno que encabeza la premier Giorgia Meloni.

Menos de un tercio de los habilitados votó este domingo en el inicio de una jornada electoral que terminará este lunes a las 15 locales (11 de Argentina) y que será un termómetro del apoyo al Ejecutivo de coalición de Meloni, que se presenta unido en las dos regiones frente a la falta de unidad de la oposición de centro y centroizquierda.

Según datos oficiales, en Lombardía votó el domingo el 31,78 % de los habilitados, frente al 73,11 % del primer día de las regionales de 2018, mientras que en Lacio la afluencia a las urnas estuvo en el 26,28 %, una fuerte baja con respecto al 65,55 % de las de hace cinco años.

Con la fuerte abstención, la primera ministra Meloni pidió una afluencia mayor a las urnas y a través de las redes sociales subrayó que «votar hace la diferencia, siempre».

«Con cinco minutos de su tiempo pueden elegir los próximos cinco años de su región», fundamentó la premier.

Con las encuestas previas a su favor, Meloni busca nacionalizar los resultados de las elecciones y en los días previos aseguró: «Este voto nos dirá que piensa Italia realmente».

En Lombardía, la región que aporta casi un cuarto del Producto Bruto Interno del país y con su capital Milán convertida en el mayor polo financiero italiano, la coalición de centro derecha y derecha que forman Fuerza Italia, Liga y Hermanos de Italia se presenta unida para apoyar la reelección del actual Gobernador, Attiio Fontana, en su cargo desde 2018.

En cambio, las fuerzas de centro y centroizquierda que forman parte de la oposición a Meloni a nivel nacional se presentan divididas, con el Partido Democrático (PD) y el Movimiento Cinco Estrellas (M5E) en apoyo a Pierfrancesco Majorino, y el denominado «Tercer Polo» de Italia Viva y Acción que se presenta en soledad con la expresidenta lombarda Letizia Moratti como candidata.

En Lacio, en tanto, el oficialismo nacional presenta al expresidente de la Cruz Roja Francesco Rocca para buscar una victoria en una región históricamente vinculada a la centroizquierda.

En la región del centro de Italia, en donde uno de los ejes de campaña fue la vigorización de la capital Roma de cara a la posible organización de la Expo 2030, las fuerzas de la oposición se presentan también por separado, aunque con alianzas cruzadas a las que muestran en Lombardía.

Así, el PD y «Tercer Polo» buscarán continuar los ocho años de administración de centroizquierda de Nicola Zingaretti con el ex responsable de la salud regional Alessio D’Amato, mientras que el Cinco Estrellas propone a la periodista de la cadena pública RAI Donatella Bianchi.