El presidente ruso, Vladimir Putin, acusó a Kiev la semana pasada de lanzar ataques para interrumpir las elecciones presidenciales rusas que le dieron seis años más en el poder. El líder del Kremlin dijo que Ucrania sería castigada por eso.
Mientras Rusia califica la arremetida contra Ucrania como una "operación militar especial" para garantizar su propia seguridad, Kiev y Occidente la consideran una brutal guerra de conquista al estilo colonial.
El ministro de Defensa de Ucrania, Rustem Umerov, ha respaldado esta decisión afirmando que el objetivo es cambiar la dirección militar de Ucrania en respuesta a la evolución del conflicto.
Ucrania no confirmó ni desmintió el derribo, pero algunos responsables pusieron en duda que el avión trasportara prisioneros de guerra ucranianos. El mandatario ruso insiste en que se abra una investigación internacional.
El presidente Zelenski, exigió una investigación internacional luego de que funcionarios rusos afirmaran que el avión fue derribado por el Ejército ucraniano con dos misiles justo cuando se dirigía a cumplir con un canje de prisioneros de guerra, aunque sin mostrar pruebas.
Rishi Sunak anunció este viernes la contribución de 2.500 millones de libras (3.188.70 millones dólares) el próximo año, en el marco de su viaje a la capital ucraniana para firmar un nuevo acuerdo de seguridad a largo plazo.
El presidente ucraniano agradeció la colaboración del Reino Unido en la defensa aérea y las capacidades de largo alcance, subrayando la importancia de la cooperación en materia de defensa. Ambos líderes también destacaron el trabajo conjunto sobre el acuerdo bilateral de garantías de seguridad para Ucrania.
En la capital Kiev quedaron sin luz unas 250.000 personas en el marco de una “campaña de terror” que denunció el presidente Volodimir Zelenski. De 99 misiles arrojados, 72 fueron derribados por las fuerzas de defensa antiaérea.
Entre ellas, también fue alcanzada la capital Kiev, que según el fiscal general ucraniano fueron las embestidas más importantes “en mucho tiempo”. La mayoría de las víctimas son civiles.
Seis de las víctimas están heridas de gravedad después del alocado incidente ocurrido en la aldea de Keretsky, ubicada en la región occidental de Zakarpatia. El agresor todavía no fue identificado por la policía.
Previamente, esta semana el Kremlin aseguró que la nación rusa está "interesada en desarrollar las relaciones bilaterales" con la Argentina tras la asunción de Milei y que se enfocará en "los intereses comunes".
Entre los nombres de los delegados extranjeros que destacaron se cuentan Volodimir Zelenski; el Rey de España, Felipe VI, el embajador de Estados Unidos, Marc Stanley, y el expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro. Entre los primeros en llegar fueron los padres del presidente y su pareja Fátima Florez.