El gobierno italiano respondió hoy a las críticas que hicieron sus pares de Austria y Holanda al presupuesto expansivo para 2019 rechazado por Europa y señaló que esos países le piden «lágrimas y sangre» en la ley económica.

«Cuando Austria y Holanda nos piden que respetemos todas las reglas, piden un presupuesto de lágrimas y sangre, que es exactamente lo opuesto a lo que pidieron los italianos el 4 de marzo (en las últimas elecciones presidenciales)», planteó este jueves el vicepremier de Italia, Luigi Di Maio, citado por El Corriere della Sera.

Di Maio se refirió así a los cuestionamientos que recibió ayer su país tras confirmar que no cambiará el déficit de 2,4% del producto para el año próximo, superior al límite de 2% que reclama Europa a sus socios.

«Nosotros vamos para adelante porque la alternativa es masacrar todavía más jubilados, masacrar todavía más desocupados y más a las empresas. Y esas no pueden ser alternativas», agregó el también ministro de Trabajo y Desarrollo Económico.

Italia se convirtió ayer en el centro de las críticas continentales al confirmar que mantendrá su proyección de déficit, pese a las amenazas de Europa y a los reclamos de sus vecinos para que Bruselas «intervenga», en busca de evitar un efecto dominó.

El presupuesto en discusión, defendido por Roma como la «única vía» al crecimiento del país, plantea una asignación para asegurar a sus ciudadanos un piso de 780 euros al mes y un alza en las edades de jubilación para algunos empleos, con un gasto fiscal de unos 10.000 millones de euros que rechaza la burocracia europea.