La ministra de Relaciones Exteriores británica, Liz Truss, volará este miércoles a Moscú para instar al Kremlin a reducir la escalada y desistir de su «agresión» contra Ucrania.

En la visita, que es la primera de un ministro de Relaciones Exteriores del Reino Unido en más de cuatro años, Truss se reunirá con su par ruso, Serguei Lavrov, para dejar en claro que la única forma de avanzar es que Rusia cese su agresión y entable conversaciones significativas.

Truss dijo en un comunicado que su objetivo es presionar a Rusia a cumplir con acuerdos internacionales que ya ha firmado que garantizan que se respete la independencia y la soberanía de Ucrania.

Según Truss, la única forma de avanzar es que Rusia reduzca la escalada y siga una vía diplomática, por lo que dejará en claro, que la estrategia actual del Kremlin está dañando la posición y los intereses de Rusia.

La semana pasada, el primer ministro Boris Johnson, visitó Kiev y este martes recibió a la primera ministra de Lituania, Ingrida Simonyte, y habló con el primer ministro neerlandés, Mark Rutte, sobre la situación en Europa del Este.

«El Reino Unido está decidido a defender la libertad y la democracia en Ucrania. Visitaré Moscú para instar a Rusia a buscar una solución diplomática y dejar en claro que otra invasión rusa de un Estado soberano traería enormes consecuencias para todos los involucrados», afirmó Truss en su nota.

«Rusia no debe tener ninguna duda sobre la fuerza de nuestra respuesta. Hemos dicho muchas veces que cualquier invasión adicional incurriría en costos severos, incluso a través de un paquete coordinado de sanciones», prosiguió.

Esta visita sigue al anuncio, la semana pasada, de un proyecto de ley para endurecer las sanciones del Reino Unido contra Rusia.

El nuevo enfoque le da al Reino Unido un poder sin precedentes para sancionar a una gama mucho más amplia de personas y empresas vinculadas a los intereses estratégicos de Rusia.