La Corte Suprema de Estados Unidos limitó este jueves las posibilidades del Gobierno federal para controlar la emisión de gases de efecto invernadero, una decisión que cercena la capacidad de la Casa Blanca para tomar medidas contra el cambio climático y que se conoce tras los cuestionados fallos contra el aborto y a favor de la portación de armas en público.

Los seis jueces conservadores de la Corte impusieron nuevamente su mayoría y dictaminaron, en contra de sus tres colegas progresistas, que la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) no podía dictar normas generales para regular las emisiones de las centrales de carbón, que producen casi el 20 % de la electricidad estadounidense.

«Fijar un límite a las emisiones de dióxido de carbono a un nivel que requeriría un alejamiento nacional del carbón para generar electricidad podría ser una solución relevante para la crisis actual. Pero es inverosímil que el Congreso le haya dado a la EPA la autoridad para promulgar tal medida», escribió el juez John Roberts en el fallo.

«Hoy, la Corte despojó a la Agencia de Protección Ambiental del poder que le dio el Congreso para abordar el ‘problema más apremiante de nuestro tiempo'», denunció por su lado Elena Kagan en nombre de los jueces progresistas, recordando que en la última década Estados Unidos sufrió sus seis años más calurosos.

El fallo fue recibido de inmediato con satisfacción por varios gobernadores republicanos. Por el contrario, la diputada del ala más progresista de los demócratas Alexandria Ocasio-Cortez lo calificó de «catastrófico».

Tras su decisión de la semana pasada, que revocó el derecho al aborto, este es un nuevo cambio de la Corte Suprema respecto a fallos anteriores.

En 2007, el máximo tribunal había decidido por estrecha mayoría que la EPA era competente para regular las emisiones de gases responsables del calentamiento global, del mismo modo que una ley de los años 60 le da potestad de limitar la contaminación del aire, consignó la agencia de noticias AFP.

Pero las cosas cambiaron luego de que el ex presidente republicano Donald Trump, un escéptico del cambio climático y hostil y cualquier medida vinculante que afecta las industrias, designara para la corte a tres magistrados que cimentaron la sólida mayoría conservadora actual en el organismo (seis de nueve jueces).

El ex presidente Barack Obama había adoptado en 2015, durante su gestión, un ambicioso «Plan de Energía Limpia» para reducir las emisiones de CO2 cuya implementación recayó en la EPA, pero el proyecto fue bloqueado antes de que fuera implementado.

En 2019, Trump publicó su propia «Regla de Energía Limpia Asequible», limitando el alcance de la acción de la EPA, a la que le quitó la posibilidad de remodelar la red de producción de electricidad.

Luego de que un tribunal federal invalidara esa versión, varios estados conservadores y la industria del carbón pidieron a la Corte Suprema que interviniera y aclarara los poderes de la EPA.

El gobierno del demócrata Joe Biden hizo saber que no tenía intención de resucitar el plan de Obama, por lo que pidió al alto tribunal que declarara nulo el expediente