La mitad de los hogares griegos no tiene ingresos para llegar a fin de mes, un tercio de las familias vive con menos de 10.000 euros al año y el 90% de los ciudadanos no puede ahorrar, casi nueve años después de iniciado un extenso proceso que implicó tres programas de ayuda, la mayor asistencia financiera de la historia y duros ajustes.

Así lo señalan los principales resultados de un informe realizado por el Instituto de Pequeñas Empresas (IME) y publicado en su sitio web (https://imegsevee.gr/) sobre el estado de la economía del país y el consumo en 2018, publicado hoy en medios locales.

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Desde 2010, Grecia recibió casi 273.700 millones de euros en tres programas de asistencia financiera acordados en los años 2010, 2011 y 2015.

A cambio, sus acreedores europeos le exigieron reformas estructurales y ajustes fiscales muy resistidas por sindicatos y una parte importante de la sociedad, que se movilizó de manera sistemática en las calles en los últimos años.

De acuerdo al informe, reproducido por la agencia de noticias EFE, 52,5% de los hogares no tiene dinero suficiente para cubrir sus gastos mensuales, un problema que es especialmente dramático en las familias numerosas.

El 31,7% de los hogares vive con ingresos anuales inferiores a los 10.000 euros, mientras otro 14,2% lo hace con ingresos por debajo de los 18.000 euros.

Por lo anterior, 37% de los hogares paga con retraso las cuotas de hipotecas y las facturas de servicios (22,8%), mientras 43,6% posterga o directamente no realiza tratamientos médicos u operaciones.

Esta escasez de medios se debe en buena parte al elevado índice de desempleo (18% en diciembre), el más alto en la Eurozona, y que -producto de este fenómeno- en la mitad de los hogares (49,1%) la jubilación de alguno de sus miembros sea la fuente principal de ingresos. Tan solo en 40,1% de los casos lo son los salarios.

El 90,3% de las familias están imposibilitadas de ahorrar, lo que «tiene consecuencias graves sobre la liquidez de la banca y sobre su capacidad de financiar la economía».

El informe considera «positivo» el incremento reciente del salario mínimo -que pasó de los 586 euros brutos a los 650- aunque estima que su impacto quedará limitado si no se revoca la decisión impuesta por los acreedores de reducir a partir del próximo año el mínimo exento de impuestos (de 8.636 euros a 5.600 euros anuales).

Para el IME el incremento del salario mínimo por si solo es insuficiente para mejorar los ingresos y crear puestos de trabajo «de calidad».

Es necesario generar un ambiente que «promueva» al empresariado y eso no puede ocurrir si hay una imposición excesiva, si falta financiación y hay demasiada burocracia, recalca el documento.

El pequeño empresariado tampoco apoya la decisión del gobierno de Alexis Tsipras, de mejorar las ayudas sociales a los mas necesitados, pues, a su juicio, esto conducirá a un incremento de la imposición y reducirá las posibilidades de crecimiento sostenible de la economía.

El IME es es un organismo de investigación para pequeñas y medianas empresas, de permanente consulta para las autoridades y la prensa helena.