El jefe de la ONU para cuestiones humanitarias, Martin Griffiths, dijo este martes, en Israel que habló con familias palestinas de la Franja de Gaza y que se encuentran en una situación «devastadora» ante los bombardeos lanzados por Israel desde los ataques de Hamas de este mes.

Mientras el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Filippo Grandi, pidió al Consejo de Seguridad detener la «espiral de muerte» en el enclave.

El secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas llegó a Israel luego de que el Gobierno israelí diera marcha atrás en su intención de no dar visa a funcionarios de la ONU críticos de sus operaciones militares en Gaza, incluyendo al propio Griffiths.

Antes de abordar con autoridades israelíes y palestinas la actual escalada, Griffiths dijo que tuvo la oportunidad de hablar por teléfono con algunas de estas familias de Gaza afectadas por los ataques de Israel.

«He tenido el triste privilegio de hablar con varias familias de Gaza por teléfono. Lo que han tenido que soportar desde el 7 de octubre va más allá de lo devastador». «No queremos morir», dijeron los palestinos con los que habló, contó el funcionario. “Y cuando una niña de 8 años te dice que no quiere morir, es difícil no sentirse impotente”, agregó en su cuenta de la red social X (antes Twitter).

Griffiths dijo que su petición a las partes enfrentadas era «liberar a los rehenes, proteger a los civiles allá donde estén, permitir la entrega rápida, segura y en la cantidad adecuada de ayuda humanitaria y respetar el derecho internacional humanitario».

La visita de Griffiths se dio días después de que las autoridades de Israel afirmaron que denegarían la entrega de visados a representantes de Naciones Unidas tras críticas a su ofensiva en Gaza del secretario general del organismo, António Guterres.

Guterres declaró la semana pasada que los «horribles» ataques de Hamas «no surgieron de la nada», sino de casi 60 años de ocupación militar e ilegal de Israel de territorios que los palestinos reclaman para fundar su Estado.

El embajador de Israel ante la ONU, Gilad Erdan, acusó a Guterres de justificar una masacre, pidió su renuncia y dijo que Israel “se negaría a otorgar visas a representantes de la ONU”.

El día lunes la embajadora de Israel ante las instituciones de la ONU en Ginebra, Meirav Eilon Shahar, aclaró que su país nunca dijo de manera inequívoca que no daría visas a funcionarios de la ONU. Eilon Shahar confirmó que Griffiths estaba en Israel, así como otros funcionarios de la ONU, incluido Hans Kluge, jefe regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En Nueva York, en tanto, Grandi, titular de la Acnur, reclamó al Consejo de Seguridad que imponga un “alto el fuego humanitario». «Un alto el fuego humanitario puede al menos parar esta espiral de muerte y espero que superen sus divisiones y ejerzan su autoridad pidiendo uno. El mundo espera de ustedes que lo hagan», remarcó Grandi ante el Consejo, incapaz hasta ahora de aprobar alguna de las cuatro resoluciones presentadas en menos de dos semanas.

Grandi se refirió tanto a «los ataques» contra civiles israelíes como a «la matanza de civiles palestinos y la destrucción masiva de infraestructuras causada por la actual operación militar israelí».

Para el funcionario, «hay que esperar que el alto el fuego se convierta en el primer paso hacia una solución» de un conflicto que, advirtió, fue «repetida y deliberadamente desatendido». «Se ha considerado más oportuno hacer frente al recrudecimiento crónico de la violencia, seguido de alto el fuego temporales, que centrarse en una paz real; una paz capaz de proporcionar a los israelíes y a los palestinos los derechos, la seguridad y la condición de estado que merecen», protestó Grandi.