La ONU pidió este jueves una «pausa» de 72 horas en los combates en la región de la Ghuta oriental para enviar ayuda a esta zona rebelde cerca de Damasco, sometida a un asedio del régimen sirio desde 2012.

«Necesitamos una pausa de 72 horas en la Ghuta oriental y la necesitamos en los próximos días», declaró Jan Egeland, que dirige en la ONU el grupo de trabajo sobre la ayuda humanitaria en Siria.

En esta región, «400.000 personas están sufriendo, solas» sin ayuda, añadió, lamentando la falta de medicamentos y de víveres, así como los bombardeos contra hospitales.

«Nadie quiere ver otro Alepo este», en referencia a esta otra ciudad del norte de Siria donde más de 250.000 personas fueron asediadas en los barrios de la parte oriental, bajo control rebelde, por las fuerzas gubernamentales sirias durante meses el año pasado, dijo, al término de la reunión semanal de este grupo de trabajo.

Durante esta reunión, indicó Jan Egeland, «todo el mundo estuvo de acuerdo, incluidos los rusos, en afirmar que la situación» en la Ghuta oriental es «desastrosa y que se necesita un acuerdo especial».

La Ghuta oriental, sometida a un asedio del régimen sirio desde 2012, es a menudo blanco de numerosos ataques aéreos y de artillería. Esta región es el último bastión de la oposición al presidente Bashar al Asad cerca de Damasco.

La guerra en Siria, que se inició en 2011, ya ha provocado más de 320.000 muertos y cerca de cinco millones de refugiados en países de la región, así como millones de desplazados internos.

Al menos 86 personas murieron el martes en un supuesto ataque químico en Jan Sheijun, ciudad rebelde de la provincia de Idlib (noroeste), según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

«Una guerra en la que los niños mueren asfixiados por productos químicos tóxicos es una guerra muy, muy sucia», añadió Egeland.