La OTAN aún no tiene constancia de que Rusia haya reducido su presencia militar cerca de la frontera con Ucrania y todavía podría atacar a su vecino, dijo este martes el secretario general de la alianza atlántica, Jens Stoltenberg.

En conferencia de prensa en la sede de la OTAN, Stoltenberg fue consultado por el anuncio hecho este martes por Rusia de que había empezado a retirar tropas desplegadas cerca de la frontera con Ucrania para maniobras militares.

«Por ahora no hemos visto una desescalada, ni hemos visto señales de una reducción en la presencia militar de Rusia en las fronteras de Ucrania», respondió Stoltenberg en Bruselas.

«Seguiremos monitoreando y siguiendo de cerca todo aquello que Rusia está haciendo», apuntó.

El secretario general de la OTAN dijo, no obstante, que la disposición expresada ayer por Rusia de continuar conversaciones con Occidente sobre su seguridad generaba un «prudente optimismo», informó la agencia de noticias AFP.

«Creemos que hay espacio para un prudente optimismo, hay signos de parte de Moscú sobre su interés en mantener los esfuerzos diplomáticos», dijo Stoltenberg.

La decisión de Rusia de concentrar decenas de miles de soldados y equipo bélico en las fronteras de ese país con Ucrania, a fines de 2021, hizo encender todas las luces de alarma sobre una eventual invasión al territorio ucraniano.

Rusia dijo este martes que algunas unidades desplegadas cerca de la frontera con Ucrania habían empezado a volver a sus bases permanentes, aunque no explicó cuántos soldados eran ni adónde habían estado apostados hasta ahora.

Sin embargo, Stoltenberg aseguró que las tropas rusas han dejado en su lugar equipos pesados e infraestructura militar, y que ello permitiría un rápido retorno de las tropas a las proximidades de la frontera.

«Todo está listo para un nuevo ataque, pero Rusia aún tiene tiempo de alejarse del precipicio, dejar de hacer preparativos para una guerra y empezar a preparar una solución pacífica», señaló.

En ese cuadro de elevada tensión, Rusia presentó exigencias y garantías de que la OTAN no aceptará el pedido de membresía de Ucrania a esa alianza militar, y la retirada de tropas de la OTAN del Este de Europa.

Los miembros de la OTAN descartaron la posibilidad de cerrar la puerta de la organización a Ucrania, pero se manifestaron dispuestos a dialogar con Rusia sobre sus preocupaciones en materia de seguridad.

Países occidentales han propuesto a Rusia varios diálogos temáticos que incluyen medidas coordinadas de control de armas y mecanismos de transparencia en ejercicios militares.