La Policía hongkonesa prohibió hoy la manifestación para el próximo domingo convocada por el Frente Civil de Derechos Humanos, la primera protesta tras el anuncio de la retirada definitiva del proyecto de ley de extradición a China por parte de la jefa del Gobierno local, Carrie Lam.

La marcha se había convocado para exigir a Lam que aceptase las otras cuatro demandas de los manifestantes: una investigación independiente sobre la actuación policial en las protestas, la puesta en libertad de los detenidos, la no consideración como «revuelta» de los disconformes y el sufragio universal para elegir al jefe del Ejecutivo.

El frente consideró que la retirada del proyecto de ley que originó las protestas, anunciada el pasado 4 de septiembre, llegaba «demasiado tarde» y era «demasiado poco».

«La administración de Lam, debido a su arrogancia, grave falta de cálculo político y aliento de la violencia policial y de las mafias locales ha elevado la crisis a un nivel tal que la mera retirada del proyecto no puede calmar a los hongkoneses», afirmó el movimiento civil.

En la carta de «objeción» policial, que recibieron hoy los convocantes de la marcha, se asegura que durante las protestas convocadas desde el pasado junio «algunos manifestantes no solo cometieron actos de violencia, incendios provocados y bloqueos de carreteras, sino que también usaron bombas de gasolina y todo tipo de armas para destruir bienes públicos a gran escala».

Además, la misiva afirma que los lugares por donde estaba prevista la manifestación se encuentran «muy cerca de edificios de alto riesgo» entre los que cita la estación de tren de alta velocidad o el cuartel general de la Policía, citó la agencia de noticias EFE.

Al declararse ilegal la manifestación las personas que participen en la misma pueden afrontar graves consecuencias legales.

El frente anunció hoy que presentó un recurso contra la decisión policial de prohibir la protesta, que deberá ser resuelto antes del domingo.

La aerolínea de bandera de Hong Kong Cathay Pacific Airways anunció ayer que el número de pasajeros en agosto descendió un 38% debido a las protestas.

La llegada de turistas a la ciudad cayó igualmente casi un 40% en ese mismo mes, la mayor baja interanual registrada desde la epidemia del síndrome respiratorio agudo severo (SARS) de 2003.