Tras ajustar al alza las tasas de interés en diez ocasiones en poco más de un año para frenar la inflación, la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) reconoció este viernes que el endurecimiento en las condiciones de crédito podría pesar en el crecimiento y señaló que el futuro de su política monetaria dependerá de los próximos indicadores económicos.

“Traer de nuevo la inflación a (la meta) 2% (anual) requerirá probablemente un periodo de crecimiento por debajo del potencial, y cierto debilitamiento de las condiciones del mercado laboral”, afirmó el órgano en su reporte bianual enviado al Congreso norteamericano.

Respecto de este último punto, la FED considera que el ajuste en las condiciones financieras no sólo derivará en un menor crecimiento sino también en una mayor tasa de desempleo.

En torno a los próximos movimientos, y en línea con el último discurso del presidente de la entidad, Jerome Powell, el pasado miércoles, el organismo señaló que “determinará reunión por reunión la posibilidad de medidas adicionales que sean apropiadas para regresar a la inflación del 2%”.

Estas decisiones estarán “basadas en la totalidad de datos entrantes y sus implicaciones para la perspectiva de la actividad económica y la inflación”, indica el informe.

El próximo jueves, Powell presentará el reporte ante el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes y, un día después, ante el panel bancario del Senado.

Según la FED, el crédito se ve impactado no sólo por sus subas de tasas sino también por las recientes tensiones en el sector bancario.

“La evidencia sugiere que el reciente estrés en el sector bancario y las preocupaciones vinculadas sobre fuga de depósitos y costos de financiamiento contribuyeron al ajuste (del crédito) y en los criterios de (otorgamiento de los) préstamos”, agrega el documento.

El ajuste en las condiciones «tendrá más impacto en sectores que dependen más del crédito bancario, como el mercado inmobiliario comercial y las pequeñas empresas».

Por primera vez desde marzo del año pasado, cuando comenzó con las subas de tasas, la FED decidió el miércoles pasado mantenerlas sin cambios, en un rango de entre 5% y 5,25%.

Los funcionarios de la entidad proyectan otras dos subas de tasas de un cuarto de punto cada una, más de lo que estimaban originalmente, debido a la persistencia de inflación y la fortaleza del mercado laboral.

En ese sentido, la proyección es que las tasas lleguen a un pico de 5,6% a fines de este año, en lugar del 5,1% que estimaban en marzo pasado.

Según señaló Powell, la mayoría de los miembros del comité proyectaban más subas de tasas.

Por lo pronto, para la reunión del mes próximo, las opciones siguen abiertas entre mantener la pausa o ajustar al alza las tasas.

El gobernador de la FED, Cristopher Waller, destacó que el índice de precios general se redujera “a la mitad” desde su pico del año pasado, pero se mostró preocupado por la falta de moderación de los valores del índice núcleo, que excluye a los alimentos y la energía.

«Estamos viendo que las tasas están teniendo algunos efectos en partes de la economía. La inflación núcleo no se está moviendo, y eso probablemente requiera algo más de ajuste (monetario) para bajarla», señaló en una conferencia en Oslo, Noruega.