La ultraderecha aspira el domingo a conquistar la presidencia de Austria en unos comicios que serán observados de cerca por la Unión Europea, donde esa tendencia está en alza.

Norbert Hofer del FPÖ, uno de los partidos europeos de extrema derecha más implantados, ganó de forma holgada la primera vuelta de las elecciones del 24 de abril, tras una campaña centrada en la gestión del flujo migratorio y espera repetir un resultado contundente.

Hofer, ultraderechista con piel de cordero, considerado por muchos como la cara amable del FPÖ, se ha presentado como el «protector de Austria» frente a la ola de refugiados llegados el pasado año al país.

«El Islam no es parte de Austria y si mantenemos nuestra política, en el años 2025 la mitad de los menores de 0 a 12 años de todo el país serán musulmanes», ha dicho Hofer durante un campaña que tuvo como lema «Austria te necesita».

Austria, con 8,5 millones de habitantes, ha recibido hasta las fecha 100.000 demandantes de asilo y refugio, sobre todo de Siria e Irak.