La industria del transporte en Reino Unido se ha visto impactada en los últimos meses por la escasez de conductores de vehículos de carga pesada, lo que que ha incidido en la cadena de abastecimiento de combustible a través del país.

El segundo ministro de Boris Johnson pidió calma para no caer en compras compulsivas. Esta vez a raíz de imágenes de largas filas en gasolineras tras el cierre de estaciones de BP y un pequeño número de estaciones Tesco Alliance, propiedad de Esso. La falta de conductores de camiones está provocando desabastecimiento de combustible en el país.

El ministro de Transporte de Reino Unido, Grant Shapps, ha tenido que salir en la BBC a pedir calma a los ciudadanos británicos ante las imágenes de largas filas para cargar gasolina. Es la segunda vez en esta semana. Ayer fue el ministro de Pymes para asegurar que no iba a haber desabastecimiento de alimentos en los supermercados por los problemas que atraviesa la industria alimentaria.

La tormenta perfecta está sacudiendo al país. No solo los precios de la electricidad está poniendo contra las cuerdas al país, con fábricas anunciando paro en la producción. También acusa un enorme déficit de conductores a raíz del Brexit, que está provocando problemas de distribución en muchos sectores.

Entre ellos se encuentran las gasolineras. La petrolera BP anunció al Gobierno la semana pasada que va a recortar un 20 por ciento sus entregas de gasolina a las estaciones de servicio en el país, ante la creciente escasez de suministros provocado por la falta de camioneros. Y hoy confirmaron el cierre de algunas estaciones, a las que se unieron también puntos de venta de Tesco Alliance.

Shapps confirmó que el Gobierno de Johnson baraja la idea de utilizar el ejército para conducir camiones cisterna para paliar la ausencia de conductores, a la vez restó importancia a la idea de que aflojar las restricciones fronterizas para solucionar la mano de obra.

Además explicó que los trabajadores de Europa del Este habían reducido los salarios de los camioneros británicos durante muchos años, que estaba «mal» culpar al Brexit por la escasez de operadores de vehículos pesados. Se estima que al Reino Unido le faltan unos 100.000 conductores de vehículos pesados, con la brecha agravada por la pandemia y el Brexit.

Posible giro en la política migratoria

Según informan los medios británicos, el Gobierno, preocupado por los duros titulares de los medios y el riesgo de una catástrofe de cara a los meses de Navidad, está planeando dar marcha atrás al endurecimiento de la política migratoria aprobada tras el Brexit.

Según estas fuentes, el Consejo de Ministros estaría debatiendo aprobar visados temporales para camioneros europeos, dado que la escasez que sufre el país no se puede cubrir a corto plazo con conductores británicos. Sería una exención temporal a las nuevas leyes que solo permiten viajar al país a los trabajadores de sectores profesionales con titulación y bien pagados, una categoría en la que no estaban los conductores, por ser un trabajo que no requiere más cualificación que el carné de conducir.

Según The Times, la ministra del Interior, Priti Patel, al frente del grupo de ministros más intransigentes con el Brexit, habría rechazado estas modificaciones, pero el propio Johnson se habría sumado al ala del Ejecutivo más preocupada por los efectos con la economía y la sociedad.