Los cinco candidatos que competirán con el Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales en las próximas elecciones en Bolivia se juntaron en Santa Cruz para intentar forjar una alianza de cara a los comicios, pero, tras un encuentro muy tenso, solo acordaron postergar el tema por dos meses.

La presidenta de facto, Jeanine Áñez, el ex líder cívico de Santa Cruz y uno de los encabezó las protestas contra Morales que terminaron en su derrocamiento, Luis Fernando Camacho, los candidatos presidenciales de los últimos comicios, Carlos Mesa y Chi Hyun Chung; y el ex presidente y ex funcionario de Áñez, Jorge ‘Tuto’ Quiroga, se reunieron este sábado a pedido del Comité cívico de Santa Cruz -un histórico bastión opositor del MAS- para intentar evitar la dispersión de votos que sufrieron en las anuladas elecciones de octubre pasado.

Tras momentos de mucha tensión -como las acusaciones de Camacho contra el gobierno de Áñez por presunto boicot de su candidatura-, todo el arco opositor al MAS de Morales firmó un documento de cinco puntos, entre ellos un compromiso para volver a reunirse el 3 de abril -exactamente un mes antes de las elecciones- para acordar la unidad electoral y asegurar «que la tiranía y la dictadura no volverán a gobernar en Bolivia.»

Además, se comprometieron a buscar «un consenso parlamentario» que garantice una «gestión gubernamental pacífica» -a partir de la próxima Asamblea Legislativa, la actual está dominada por el MAS- y a realizar una campaña electoral «limpia, pacífica y tolerante», según la agencia de noticias EFE.

Mientras las fuerzas que apoyaron el golpe de Estado contra Morales no consiguen unirse en una sola candidatura presidencial, el MAS anunció el mes pasado en Buenos Aires su fórmula presidencial y, pese a algunas tensiones internas con sectores indígenas y campesinos, especialmente de El Alto, finalmente toda la base aliada parece haber apoyado a los candidatos: el ex ministro de Economía Luis Arce, y el ex canciller David Choquehuanca.

Tanto Arce como Choquehuanca ya volvieron a Bolivia y comenzaron a hacer campaña, pese a una reciente denuncia judicial iniciada por el gobierno de facto contra el ex ministro de Economía y actual candidato presidencial.