La acogida de 49 inmigrantes que hace días recorren el Mediterráneo sin un puerto en el que desembarcar enfrenta a los dos partidos de gobierno en Italia, donde la Liga Norte reclama continuar la política de «puertos cerrados» y el Movimiento Cinco Estrellas se muestra a favor de recibir mujeres y niños.

«Hasta que sea ministro los puertos estarán cerrados», planteó el ministro del Interior y vicepremier Matteo Salvini, de la Liga Norte, en un video publicado en las redes sociales tras la presión internacional para que el país deje entrar a los pasajeros de dos barcos que permanecen en aguas de Malta.

Este domingo, había sido el propio papa Francisco quien había reclamado públicamente a los «líderes europeos» que abran sus puertos.

La respuesta de Salvini al pontífice y al resto de organizaciones que reclamaron por los inmigrantes fue concreta: «Pueden hacer los pedidos que quieran, pero yo respondo a 60 millones de italianos que tienen derecho a un país en el que se entra si se tiene derecho», agregó en el video.

«Para los traficantes de seres humanos los puertos italianos están y estarán cerrados. Gracias a estos tráficos de personas los que trafican compran armas y drogas. Yo no seré cómplice», agregó Salvini, histórico crítico de la entrada de inmigrantes en el país.

Las fuertes declaraciones de Salvini se dieron horas después de que el otro vicepremier y líder del Cinco Estrellas, Luigi di Maio, planteara que el gobierno estaba dispuesto a acoger a mujeres y niños de los náufragos, y pedía a Malta que los dejara desembarcar para que pudieran alcanzar la península.

«La decisión es colegial, del gobierno», fundamentó di Maio, luego de que Salvini dijera que los puertos quedan bajo su órbita.

«Hace varios días 49 personas salvadas en el Mar Mediteráneo están a bordo de dos barcos de ONGs, en búsqueda de un puerto seguro donde desembarcar», había recordado el pontífice este domingo durante el rezo del Ángelus dominical.

Se trata de un grupo de 32 personas rescatadas en el mar frente a las costas de Libia el 22 de diciembre pasado, a las que el 2 de enero se les permitió refugiarse de una tormenta en las aguas territoriales de Malta pero no desembarcar en el país, y otro grupo de 17 migrantes que permanece bloqueado en el mar desde hace seis días.

«Hago un llamado a los líderes europeos para que demuestren solidaridad concreta en favor de estas personas», reclamó en esa dirección el papa argentino.

Además de los tironeos en la cúpula del gobierno, algunas ciudades italianas, como Nápoles y Palermo, se han mostrado a favor de permitir el desembarco de los rescatados, aunque una reciente ley anti-inmigantes votada por el Parlamento nacional dificulta ese tipo de operaciones si no obtienen el aval del gobierno de Roma.