En el marco de la visita que lleva a cabo Luis Inacio Lula Da Silva a China, el presidente brasilero advirtió que no tiene «ningún prejuicio en la relación con los chinos» y que nadie prohibirá que Brasil mejore su relación con el gigante asiático.

En la declaración a la prensa, que precedió a la reunión bilateral, Lula  aseguró que Brasil quiere intensificar su relación con China en áreas como ciencia y tecnología, intercambio de estudiantes universitarios, relaciones culturales, estrategias de combate al cambio climático, energía limpia y producción de vehículos eléctricos. Y remarcó además que no se trata de crear una relación sólo de interés comercial.

«Ayer visitamos Huawei en una demostración de que queremos decirle al mundo que no tenemos prejuicios en nuestras relaciones con los chinos. Nadie va a prohibir que Brasil mejore su relación con China», dijo el mandatario brasileño, en una reunión abierta entre ambos líderes

El líder brasileño hizo eje en la cuestión del medio ambiente y afirmó que «cuenta con China» en la lucha por la preservación de la Tierra, al tiempo que subrayó que es «extremadamente importante» una transición energética para que se pueda producir más energía limpia, sobre todo eólica, solar y biomasa.

Lula recordó que el 80% de la energía que consumen es «totalmente limpia» y volvió a defender públicamente el compromiso de su Gobierno de alcanzar la deforestación cero en la Amazonía en el año 2030.

Por la mañana, en su encuentro con el presidente del Congreso Nacional del Pueblo, Zhao Leji, Lula afirmó que quiere «elevar el nivel de la alianza estratégica» y, junto a China, «equilibrar la geopolítica mundial». Y recordó que ese país ha sido un socio preferencial de Brasil en las relaciones comerciales.

Esta es la primera visita oficial de Lula a China en este tercer mandato. Antes de llegar a Pekín, el líder brasileño y su comitiva estuvo en Shanghai, donde se reunieron con empresarios y asistieron a la toma de posesión de la exmandataria brasileña Dilma Rousseff (2011-2016) como presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo (NDB), el banco de los BRICS (bloque formado por Brasil, Rusia, China, India y Sudáfrica).

«Estabilidad y paz mundiales»

Por su parte, Xi destacó «los intereses comunes» entre ambos países y aseguró que sus relaciones «jugarán un papel clave para la estabilidad y paz mundiales».

«China trata como estratégicas y de gran alcance las relaciones entre China y Brasil, y da prioridad a nuestras relaciones exteriores. El presidente Lula es nuestro amigo desde hace mucho tiempo», añadió.

Ambos países firmaron 15 acuerdos entre los que destaca el intercambio de tecnologías de semiconductores, el 5G, 6G y la construcción de CBERS-6, un satélite fabricado entre ambos países y que permitirá monitorear la deforestación de la selva Amazónica, incluso si está cubierta por nubes.

Otro de los acuerdos claves, del que se hablado mucho estos últimos días, es el de la realización de transacciones comerciales directamente en reales y yuanes, para evitar el proceso de dolarización y facilitar el comercio entre las partes.

l Gobierno de Brasil consideró este viaje como uno de los «más importantes» del inicio del mandato de Lula, quien previamente visitó Argentina, Uruguay y EE.UU.

La visita de Lula tiene como objetivo reconstruir los lazos diplomáticos y comerciales entre ambos países, que quedaron muy desgastados durante la gestión de Jair Bolsonaro.

Como principal socio comercial de Brasil, en 2022, China importó productos brasileños por un valor que supera los 89.700 millones de dólares, con la soja y los minerales como artículos principales. El nivel de exportaciones chinas a la nación sudamericana se situó en casi 60.700 millones de dólares para el mismo período.

Lula y Xi mantuvieron esta tarde una cena a puerta cerrada. A pesar de que estaba prevista una rueda de prensa después en la Embajada de Brasil en Pekín, finalmente se canceló.