El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva anunció una serie de programas de precios mínimos para los pequeños productores rurales, al relanzar el Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria (Consea).

En un acto que forma parte de las acciones del gobierno contra el hambre, en un país con 32 millones de habitantes que no tienen que comer y 110 millones que tienen problemas de seguridad alimentaria, Lula pidió a su gabinete trabajar «más rápido, con más competencia y resultados», al terminar el segundo mes de su gobierno iniciado el 1 de enero.

El Consea relanzado por Lula había sido extinguido por el gobierno de Bolsonaro en 2019, al considerar que era un mecanismo de intervención del Estado en la economía de producción de alimentos, luego de haber sido instalado como un organismo de políticas públicas hacia la alimentación y nutrición en 1993 por el entonces presidente, Itamar Franco.

En ese marco, Lula aseguró que sueña con que el hambre «sea exterminada» y que la población todavía tenga «capacidad de indignarse ante un asunto tan grave».

«Nuestra lucha contra el hambre es incansable. Cuando dejé el primer gobierno pensé que era un tema que iba a estar superado», manifestó

Además, aseguró que el sistema «tiene cosas equivocadas», debido a que existe gente que no tiene acceso a los alimentos en un país que es potencia agrícola.

Por ello, pidió que se reactive el programa “Más Alimentos”, del Ministerio de Desarrollo Agrícola, para que el Estado compre el excedente de la producción de los pequeños productores familiares para destinarlo a la población más necesitada.

«Volveremos a la política de precios mínimos para que las personas puedan plantar más y no tener pérdidas», aseguró el mandatario en el acto en el Palacio del Planalto.

En un comunicado, el gobierno sostuvo que una de las consecuencias del fin del Consea fue el regreso de Brasil al mapa del hambre de la ONU, del que había salido en 2013 durante la gestión de Dilma Rousseff, luego de una década de ejecuciones masivas de programas sociales y valorización del salario por encima de la inflación.