El presidente de Francia, Emmanuel Macron, advirtió este miércoles sobre el «fin de la abundancia» a causa de la crisis energética, agravada por la guerra en Ucrania, las interrupciones en la cadena de suministros y el impacto de la sequía prolongada que azota a Europa.

De acuerdo a los registros, los precios de la electricidad en estos días en Europa son deslumbrantes, con muchos países estableciendo máximos históricos. En tal sentido, se destacan los nórdicos con 400 euros por Megawatt y Alemania en donde llega a los 600 euros. Antes de 2020, cualquier valor superior a la cifra comprendida entre los 75 y 100 euros era considerado caro.

Por el invierno frío que se avecina, varios líderes han estado haciendo sonar la alarma sobre los ‘sacrificios’ que la población tendrá que hacer para mantener la oposición a Vladimir Putin, quien apuesta a facturarle a la Unión Europea debido a la determinante influencia rusa sobre la energía.

«En el fondo, estamos viviendo el fin de la abundancia: el de la liquidez sin coste, el de los productos y tecnologías que nos parecían perpetuamente disponibles y la ruptura de las cadenas de valor. Tendremos arreglos que hacer», expuso el presidente francés en rueda de prensa.

El mandatario señaló también que la escasez de agua se sintió fuertemente este verano ante la gran ola de incendios que vive Europa, por lo que agradeció la labor de los bomberos y agricultores ante estos desastres naturales, informó la agencia de noticias Europa Press.

El liberal Macron también citó los desafíos que enfrenta el país, más allá de «la crisis climática y sus consecuencias» y advirtió que el país estaba en un «punto de inflexión» debido al enfrentamiento con un invierno difícil y una nueva era de inestabilidad debido al cambio climático y a la invasión de Rusia a Ucrania.

«Lo que estamos viviendo actualmente es una especie de gran punto de inflexión o una gran conmoción… estamos viviendo el final de lo que podría haber parecido una era de abundancia… el final de la abundancia de productos de tecnologías que parecían siempre disponibles… el final de la abundancia de tierra y materiales, incluida el agua», dijo, y agregó que Francia y los franceses sentían que habían estado viviendo bajo una serie de crisis, «cada una peor que la anterior».

Por su parte, Philippe Martínez, secretario general del poderoso sindicato CGT, criticó los comentarios de Macron por estar «fuera de lugar», y agregó que muchos ciudadanos franceses nunca han conocido la abundancia.

Macron también consideró que «el auge de los regímenes liberales y el fortalecimiento de los regímenes autoritarios son claros, y lo hemos vuelto a ver en los discursos desinhibidos de los últimos meses», sostuvo.

Ante este panorama adverso, Macron considera que se debe «responder con seriedad y credibilidad, sin ceder a la demagogia».

«El régimen de libertad en Francia tiene un coste que puede requerir sacrificios», concluyó el gobernante, que fue reelecto en abril pasado pero que meses después sufrió un duro revés al perder la mayoría en el Congreso.