Miles de personas se reunieron este viernes con carteles y al grito de «Hong Kong libre» en el aeropuerto internacional de la antigua colonia británica, con el objetivo de «educar» a los visitantes sobre los reclamos en el centro financiero internacional, que se prepara para otro fin de semana de protestas.

Los visitantes fueron recibidos por un mar de manifestantes vestidos de negro que gritaron consignas antigubernamentales y repartieron volantes en medio del nerviosismo de las autoridades aeroportuarias, quienes aseguraron que los vuelos no se verán afectados por la protesta pero aconsejaron a los pasajeros que lleguen con más antelación a la habitual.

Los organizadores explicaron que la manifestación busca informar a los recién llegados sobre los disturbios políticos, en particular a los visitantes de China continental, donde las noticias controladas por el Estado describieron las protestas como un plan violento de fondos extranjeros para desestabilizar el país.

La protesta es un nuevo intento de mantener la presión sobre los líderes pro-Beijing, después de siete semanas de manifestaciones masivas seguidas de violentos enfrentamientos, lo que constituye un desafío sin precedentes para las autoridades desde la entrega de la ciudad en 1997.

Lo que se inició como una protesta de rechazo a la ley de extradición, por ahora suspendida, se convirtió en un creciente movimiento a favor de una mayor democracia en esta región administrativa especial china, con los manifestantes exigiendo la dimisión de la Jefa Ejecutiva, Carrie Lam.

En tanto, las autoridades del vecino Singapur pidieron a sus ciudadanos que no se acerquen al territorio hongkonés.

El martes, como muestra de la escalada del conflicto, el Ministerio de Defensa de China advirtió que podría apelar a la Ley de Acuartelamiento, por la cual las tropas del Ejército Popular de Liberación pueden -si lo pide el gobierno isleño- entrar e intervenir en la ciudad.

La policía prohibió una protesta planeada para mañana contra presuntas pandillas que el lunes pasado golpearon a manifestantes pro-democracia en la ciudad rural de Yuen Long, cerca de la frontera con China.

Las redes, canales de mensajes y los foros utilizados por los activistas informaron que la protesta se realizará igual.