Más de 150 inmigrantes subsaharianos lograron hoy ingresar de manera irregular a España saltando la valla fronteriza que separa la ciudad española de Ceuta de Marruecos, en el norte de África, en el primer intento de este tipo en un año.

El salto a la peligrosa valla fronteriza coronada con alambres de cuchillas se produjo a primera hora de la mañana, en la zona del espigón marítimo fronterizo de Benzú, en uno de los extremos del perímetro de 8,2 kilómetros de longitud.

Entre 150 y 200 inmigrantes, según las diferentes fuentes, consiguieron superar el doble vallado y llegaron corriendo hasta el CETI (Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes) de El Jaral, en Ceuta.

En cambio, siete jóvenes que se quedaron enredados en las cuchillas de la valla, desde donde rezaban e imploraban llorando que los dejaran pisar suelo español, fueron devueltos a Marruecos por los agentes fronterizos españoles, informó el diario local El Faro de Ceuta.

Los inmigrantes que lograron superar la frontera sufrieron lesiones leves, principalmente cortes, al igual que cinco guardias españoles que intentaron contener el salto, según la Delegación del gobierno español, que cifró en 153 el total de ingresos.

La mayoría de los inmigrantes proceden de Guinea Conakry, de acuerdo con esta misma fuente oficial.

En la valla fronteriza de Ceuta no se registraba un intento de entrada irregular tan numeroso desde el 22 de agosto de 2018, cuando un total de 116 personas lograron acceder a la ciudad española y tres menores fueron expulsados a Marruecos, en virtud de un acuerdo de readmisión con ese país vigente desde 1992.

Más recientemente, el 12 de mayo de este año, se produjo otro salto grupal de estas características en la valla de Melilla, la otra ciudad española fronteriza con Marruecos en el norte de África, por donde ingresaron 50 inmigrantes subsaharianos, aunque otros tantos fueron expulsados.

El gobierno español del socialista Pedro Sánchez confirmó hace unos días que las peligrosas cuchillas de los alambres que coronan las vallas de Ceuta y Melilla empezarán a retirarse antes de que acabe el año.

Esta había sido una promesa del ministro del Interior español, el juez Fernando Grande Marlaska, cuando llegó al cargo hace un año.

«El objetivo es garantizar la seguridad de las fronteras con medios menos cruentos», sostuvo Marlaska sobre la retirada de las cuchillas instaladas en 2005 por el ex presidente socialista José Luis Rodriguez Zapatero en medio de un incremento de las entradas irregulares a través del perímetro fronterizo entre España y Marruecos.

El plan de modernización del perímetro fronterizo del Ejecutivo socialista tiene un presupuesto de más de 32 millones de euros, con un 75% de aportes de fondos europeos, y está previsto que se culmine en 2020.

El cambio coincide con una caída de casi un 40% de las entradas irregulares de inmigrantes a España por tierra y mar, según datos del Ministerio del Interior español correspondientes a este año.