Una masiva filtración de documentos del Pentágono dejó a la vista múltiples tareas de inteligencia de Estados Unidos. El país norteamericano espió a amigos y enemigos, a la vez que recolectó detalles operaciones militares rusas y siguió de cerca los pasos del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.

La filtración no es nueva y pasó desapercibida durante varios días, hasta que en las últimas horas tomó mayor difusión y el escándalo escaló. Los datos fueron publicados inicialmente el 28 de febrero pasado y 2 de marzo en la plataforma Discord. Los documentos fueron subidos por un usuario a un servidor llamado «Wow Mao».

La documentación proveniente del Pentágono y las agencias especiales estadounidenses está señalada como información «altamente clasificada» y contiene datos tácticos sobre la guerra en Ucrania, incluso relevamientos sobre las capacidades bélicas de ese país.

Parte de esos documentos parecen haber sido preparados en el último tiempo por el jefe del Estado Mayor Conjunto, Mark A. Milley, y otras autoridades militares norteamericanas.

En el material filtrado además hay análisis de las agencias de inteligencia norteamericanas sobre Rusia y varios otros países. Estos detalles permiten acceder a una visión clara sobre cómo funciona el espionaje desde adentro.

La información filtrada, que es de hace al menos cinco semanas, contiene gráficos y detalles sobre el envío de armas, refuerzo de batallones y otras informaciones sensibles.

Uno de los documentos resume los horarios de entrenamiento de 12 brigadas de combate ucranianas y dice que nueve de ellas fueron supervisadas por fuerzas de Estados Unidos y la OTAN, y que necesitan 250 tanques y más de 350 vehículos de combate.

Los documentos, al menos uno de ellos con la etiqueta de «ultrasecreto», circularon en canales prorrusos de Twitter y Telegram, informó la agencia de noticias AFP.

La filtración también detalla el consumo de municiones de los militares ucranianos, incluyendo el del sistema de cohetes Himars, de fabricación estadounidense y determinante para la contraofensiva que le permitió a Kiev recuperar territorios conquistados por las fuerzas rusas.

Según fuentes militares citadas por The New York Times, algunos aspectos de los documentos habrían sido modificados antes de publicarse, como las estimaciones estadounidenses del número de ucranianos fallecidos durante el conflicto, así como de las bajas rusas, lo que según los analistas militares podría mostrar un intento de Moscú por extender desinformación que eleve los ánimos en torno a su invasión.

En ese marco, uno de los documentos que circulan habla de entre 16.000 y 17.500 soldados rusos muertos, mientras que Ucrania había sufrido hasta 71.500 bajas.

Aun así, las filtraciones suponen una enorme brecha en la inteligencia estadounidense, y aunque el Gobierno ha estado tratando de eliminar todas las copias de los documentos, todavía no lo consiguió.

El medio dio más detalles sobre los documentos, que en realidad son fotografías y que, al tratarse de información de hace más de cinco semanas, están desactualizados.

Espionaje a Zelenski

Entre otros secretos, la filtración parece revelar los lugares donde la CIA reclutó agentes al tanto de las conversaciones privadas entre líderes mundiales, escuchas clandestinas uqe muestran que un equipo de mercenarios rusos intentó comprarle armas a un aliado de la OTAN para usarlas contra Ucrania, y el tipo de imágenes satelitales que usa Estados Unidos para monitorear las fuerzas rusas.

Igualmente, uno de los puntos de las filtraciones que más generó repercusiones tiene que ver con la confirmación de que Estados Unidos espió al presidente ucraniano, Volodimir Zelensky.

Según la cadena RT, las autoridades de Kiev están «profundamente frustradas» por la filtración, pero no están para nada sorprendidas. En esos, informes de inteligencia estadounidense se revela que a finales de febrero Zelenski «sugirió atacar lugares de despliegue rusos en la provincia de Rostov» a través de drones, debido a que Kiev no cuenta con armamento de largo alcance.

Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, enfatizó en comentarios al canal que Rusia no tiene «la menor duda sobre la implicación directa o indirecta de EE.UU. y la OTAN en el conflicto entre Rusia y Ucrania». «(La filtración)complica toda la historia, pero no puede influir en el resultado final de la operación especial», remarcó.

A su turno, el asesor del jefe de la Oficina presidencial ucraniana, Mijaíl Podoliak, declaró que los documentos filtrados no tienen «nada que ver con los planes reales de Ucrania» y se basan en «una gran cantidad de información ficticia».