Al menos ocho de los aspirantes a la presidencia de Brasil en las elecciones generales del 7 de octubre próximo están siendo investigados por casos de corrupción relacionados con la Operación Lava Jato y otras investigaciones por desvíos de dinero.

Entre los candidatos investigados, denunciados y condenados hay un solo detenido, el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, favorito en todas las encuestas, condenado a 12 años y un mes de prisión por recibir un departamento de una empresa constructora a cambio de favores en la licitación de contratos públicos. No obstante, el Partido de los Trabajadores (PT) lo mantiene como postulante.

Según un estudio publicado hoy por el diario Folha de San Pablo, más de 160 investigaciones en tribunales del país involucran a por lo menos 15 de los 20 dirigentes políticos que pueden llegar a competir para ocupar llegar al Planalto a partir del 1 de enero de 2019.

En el caso de Lula, además de la causa por la que está detenido en una celda especial en Curitiba desde el 7 de abril pasado, el ex presidente entre 2003 y 2010 tiene otros seis procesos abiertos por corrupción.

Por su parte, el presidente Michel Temer, quien dejó entrever su intención de participar en la contienda de octubre y que llegó al poder por la destitución de la ex mandataria Dilma Rousseff (PT), de quien era vicepresidente, tiene dos denuncias y dos investigaciones en desarrollo, según el trabajo que recoge la agencia de noticias EFE.

Otro de los aspirantes, el senador y ex presidente Fernando Collor de Mello (1990-1992) del Partido Laborista Cristiano (PTC), tiene un juicio abierto por la Operación Lava Jato y cuenta con cuatro investigaciones más.

Vinculado con el mayor escándalo de corrupción del país, también está investigado el actual presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, del Partido Demócratas (DEM).

A diferencia de Lula, que cuenta con un 31 % de intención de voto, Temer, Collor de Melo y Maia no sobrepasan el 2 %, según datos de la encuestadora Datafolha.

Debido a que la justicia electoral puede llegar a anular en septiembre la postulación del ex mandatario, en el PT se barajan algunos nombres alternativos, como Paulo Fernando Haddad, ex alcalde de San Pablo, y Jaques Wagner, ex gobernador del estado de Bahía, investigados también por casos relacionados con Lava Jato.

El candidato de extrema derecha Jair Bolsonaro, del Partido Social Liberal (PSL), segundo en la intención de voto de los brasileños y que se alza como el principal representante de los sectores más conservadores del país, está siendo investigado en dos acciones penales por injuria e incitación a la violación, así como una denuncia por racismo que ya cumplió con el pago de una indemnización.

En tanto, Geraldo Alckmin, ex gobernador paulista y precandidato presidencial del oficialista Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), está acusado de llevar una supuesta contabilidad paralela no declarada ante la justicia electoral durante sus campañas para el gobierno regional en 2010 y 2014.

De acuerdo con el estudio publicado hoy, el ex presidente del Banco de Desarrollo Económico y Social de Brasil (BNDES, estatal), Paulo Rabello de Castro, quien se retiró para lanzarse como lanzarse como precandidato presidencial del partido Social Cristiano (PSC), está acusado de violar el secreto bancario en un caso relacionado con posibles fraudes en inversiones de un fondo de pensiones.

Ciro Gómes del Partido Democrático Laborista (PDT) y que puede ser una alternativa en las candidaturas de izquierda, tiene el mayor número de casos en la Justicia, con más de 70 procesos de indemnización o crímenes contra la honra, promovidos por adversarios.