El acceso a los alimentos en Raqa, bastión del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Siria, llegó a un «punto crítico», los civiles sólo pueden contar con sus propias reservas, indicó una ONG.

Raqa, en el norte de Siria, está sumida desde hace dos meses en violentos combates entre yihadistas del EI y combatientes kurdos y árabes apoyados por Estados Unidos.

Según Reach, una red de organizaciones no gubernamentales humanitarias que operan alrededor de la ciudad, la situación es dramática. «La mayoría de las informaciones indican que los habitantes sólo pueden contar con sus propias reservas de alimentos», indicó Reach. «Los mercados y negocios de alimentación están cerrados», añadió.

En toda la ciudad es difícil hallar pan, cuando hace sólo unas semanas se podía encontrar en 15 de los 24 barrios de la ciudad, según la misma fuente. El precio de los productos se disparó, obligando a los habitantes a comer menos.

Pero Reach afirmó que serían unos 10.000. El barrio más poblado es el de Al Huriya, en el norte de la ciudad, que contaría actualmente con un máximo de 5.000 habitantes. Además, 14 de los 24 barrios estarían desiertos o casi abandonados.

La ONG aseguró que sólo un ala del hospital de Raqa sigue funcionando únicamente para primeros auxilios. según la oenegé Médicos Sin Fronteras (MSF), los civiles heridos ya casi no tienen acceso a atención médica.

Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una alianza kurdo-árabe apoyada por Estados Unidos, lograron expulsar a los yihadistas del Estado Islámico de la mitad de Raqa, en el norte del país, menos de dos meses después de haber ingresado a la localidad.

Hace ocho meses, estas fuerzas iniciaron una ofensiva para arrebatarle Raqa a los yihadistas. Entraron en la ciudad el 6 de junio. Desde entonces, se han apoderado de varios barrios, acercándose poco a poco al centro de la ciudad.