El primer ministro palestino, Mohamed Shtayyeh, calificó hoy el plan de Israel de anexión de parte de Cisjordania como una «amenaza» y un golpe «irreversible» al proceso de paz, y aseguró que, de seguir adelante, los palestinos declarará un estado independiente que incluya las zonas bajo ocupación israelí y que tenga por capital a Jerusalén este.

Las declaraciones de Shtayyeh, hechas a periodistas extranjeros en la ciudad cisjordana de Ramallah, se producen en momentos en que los palestinos intensifican una campaña diplomática para rechazar los planes de anexión de Israel.

Si el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, pone en marcha su plan en julio, como tiene previsto, supondrá «una erosión total» de la ley internacional, alegó Shtayyeh, que aseguró que la opción de disolver la Autoridad Nacional Palestina (ANP), como se denomina el gobierno autónomo palestino, «no está en la agenda».

Israel capturó y ocupó los territorios palestinos de la Franja de Gaza y Cisjordania, así como Jerusalén este, el sector de mayoría árabe de la ciudad, en una guerra contra naciones árabes en 1967. La Franja de Gaza fue evacuada por Israel en 2005, pero el país retuvo el control de gran parte de Cisjordania, donde estableció colonias en las que viven decenas de miles de judíos.

La comunidad internacional considera que la colonización israelí de Palestina es ilegal.

Desde hace décadas, los palestinos quieren fundar un Estado propio que incluya Cisjordania y tenga capital en Jerusalén este, que Israel se anexó años después de ocuparla.

Las negociaciones de paz entre las partes están congeladas desde hace años. Israel se ha negado a detener la expansión de sus colonias y la ANP ha rechazado, entonces, retomar el diálogo, por considerar que Israel actúa de mala fe.

El liderazgo palestino está en contacto con la comunidad internacional para presionar a Israel contra la anexión pero, si esto no tiene resultado, procederá a constituir un Estado «sobre el terreno», dijo el premier palestino.

La ANP también pedirá el apoyo del resto del mundo y hará «una declaración constitucional» para que Palestina se forme según las fronteras previas a la Guerra de los Seis Días de 1967, con Jerusalén este como su capital, agregó.

Shtayyeh confirmó además que su Ejecutivo rompió los acuerdos bilaterales que mantenía con Israel y cesó la cooperación de seguridad, otra medida de presión contra la posibilidad de que Netanyahu anexione los asentamientos judíos y el Valle del Jordán, alrededor de un tercio de Cisjordania ocupada.

Luego matizó que seguirá «manteniendo la ley y el orden» y no dejará que «las cosas deriven en un caos», aunque advirtió que la población palestina está muy «frustrada» por la situación, informó la agencia de noticias EFE.

Si se consuma la anexión, agregó, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) podría retirar su reconocimiento de Israel como Estado, un paso atrás que llevaría a la región a una situación previa de los Acuerdos de Paz de Oslo (1993-1995), que sentaron las bases de cooperación y gestión administrativa entre ambas entidades.

Shtayyeh expresó su oposición a un plan de paz presentado por Estados Unidos en enero pasado -que da vía libre a la anexión-, apeló a romper «el monopolio» estadounidense como mediador en el conflicto y reiteró que este se debe abordar de manera multilateral.

En 2017, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció a Jerusalén como la capital israelí y luego mudó allí la embajada de su país, una decisión que solo copiaron unos pocos países y ninguna potencia.

Actualmente, la ANP tiene autonomía sobre zonas limitadas de Cisjordania rodeadas de áreas bajo control israelí, por lo que su posibilidad de instaurar un órgano estatal con soberanía real es escasa.