La vida de más de dos millones de habitantes de Gaza se ha visto devastada por los bombardeos diarios israelíes, desde los atentados dirigidos por Hamás en Israel el 7 de octubre, señaló la agencia de la ONU en un post en X, antes Twitter. También la Agencia para los Refugiados Palestinos (UNWRA) señaló que “pasarán años” antes que la Franja vuelva a ser un lugar seguro de la desastrosa emergencia humanitaria que sigue desarrollándose.

UNRWA sigue proporcionando suministros y servicios vitales a más de 1,5 millones de desplazados en el sur de Gaza. Además, gestiona refugios para más de un millón de personas, a las que proporciona ayuda humanitaria y atención sanitaria primaria.

El responsable de la Organización para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) , Martin Griffiths, dijo que “no puede permitirse que estos incidentes continúen” y que “la gente no debe de morir mientras tratan de mantener vivas a sus familias”. Añadió que “la distribución de comida en Gaza debe llevarse a cabo de una manera digna, segura y predecible”, antes de pedir una vez el fin del conflicto.

La organización señaló también que los socios en la lucha contra las minas están llevando a cabo «evaluaciones de las amenazas de explosivos» y educando a los habitantes de Gaza sobre los peligros.

«Se necesitan urgentemente evaluaciones a mayor escala, pero los esfuerzos de respuesta se han visto obstaculizados por las restricciones a la importación de suministros humanitarios para la acción contra las minas y los requisitos de autorización para el despliegue de personal especializado.»