El primer ministro de Portugal, António Costa, advirtió hoy que el país se prepara para «un mes crítico», luego que las cifras locales por la pandemia de coronavirus alcanzaran las 140 víctimas mortales y 6.408 contagios.

Las autoridades sanitarias lusas subrayaron que aunque la curva de contagios se desaceleró ligeramente en las últimas 24 horas, con un crecimiento del 7,5 %, los fallecidos aumentaron un 17,6%.

«El país va a entrar en un mes crítico», dijo Costa, quien anunció que, previsiblemente, se prorrogará el estado de emergencia que entró en vigor el pasado día 19, según informó la agencia de noticias EFE.

El primer ministro destacó los esfuerzos que realizan distintas instituciones el país para producir test de detección rápida de la enfermedad, como el que desarrolla la Universidad de Lisboa, con capacidad para elaborar 300 equipos por día, destinados, en su mayor parte, al diagnóstico en residencias de ancianos.

Mientras, crecen las críticas de los trabajadores sanitarios por la falta de material de protección, que disparó el número de contagios en el sector, con 853 sanitarios infectados, un 13,3 % de los contabilizados oficialmente en el país.

Las autoridades sanitarias insisten en que esta semana Portugal recibirá 700.000 mascarillas, más de 200.000 test y 500 ventiladores comprados a China, que se destinarán a los hospitales del país -en su mayoría de la zona Norte y Lisboa, las regiones más castigadas por el virus.

La crisis económica provocada por el Covid-19 golpea con dureza al país, donde alrededor de un millón de trabajadores resultarán afectados por expedientes temporales de regulación de empleo, según estimaciones del Ministro de Economía de Portugal, Pedro Siza Vieira, que hoy puso en duda la subida salarial del 1 % prometida a los funcionarios públicos.

Entre las medidas con que las autoridades enfrentan la pandemia, hoy la región norteña de Oporto intensificó la vigilancia con drones para que la población mantenga el distanciamiento social, y en Lisboa la Policía aumentó las medidas de control.

Además, el Ejército portugués reparte comida entre la población «sin techo» de la capital portuguesa y el gobierno decidió regularizar a todos los inmigrantes que hubieran solicitado permiso de residencia con el fin de garantizar el acceso a la seguridad social y a la sanidad.

Se estima que, para la próxima semana, lleguen al país 200.000 nuevos test de coronavirus, junto con un cargamento de 100 toneladas con material de protección individual.

Portugal decretó el 19 de marzo el estado de emergencia durante un periodo inicial de dos semanas, pero el presidente Marceo Rebelo de Sousa, admitió que la renovación, en principio hasta el 16 de abril, está sobre la mesa en sus contactos con el primer ministro, António Costa, y el Parlamento.