El presidente chino, Xi Jinping, inició su visita de dos días a Corea del Norte, marcada por la posibilidad de que su cumbre con su par, Kim Jong-un, ayude a reactivar el diálogo sobre desnuclearización.

Xi Jinping fue recibido con honores al llegar a Pyongyang por el propio mandatario Kim Jong-un, y después encabezó una ronda de coloquios en la capital norcoreana.

El mandatario chino llegó al Sunan International Airport cerca del mediodía local junto a su esposa Peng Liyuan, y fue recibido por Kim, su esposa Ri Sol-ju y unas 10.000 personas con carteles y flores de plástico, que brindaron calurosos mensajes de bienvenida.

Sobre la pista del aeropuerto había desplegadas numerosas alfombras rojas que formaban una mariposa, con un cuadro de honor formado por varios cuerpos armados.

Entre banderas de los dos países y flores, la multitud pedía «larga vida a la amistad entre China y Corea del Norte».

Luego, el cortejo presidencial fue hacia la plaza del Kumsusan Palacio del Sol, querido por Kim Il-sung y ahora transformado en el mausoleo donde se conservan los cuerpos embalsamados del fundador del Estado, Kim Il-Sung, y su hijo Kim Jong-il, abuelo y padre del ahora mandatario.

Xi fue el «primer dirigente extranjero en haber recibido un saludo militar en un lugar altamente simbólico», destacaron medios locales.

El presidente chino se aloja durante su estadía en Baekhwawon, la residencia para invitados de alto rango estatal, y aunque la agenda se reserva con marcado hermatismo, se sabe que visitará la Torre de la Amistad Sino-Coreana, monumento situado muy cerca de la embajada china en Pyonyang.

Se cree que también podría asistir a uno de los espectáculos de Gimnasia Masiva en el Estadio 1 de Mayo situado en la isla fluvial de Rungna.

Esta es la primera visita a Corea del Norte de Xi desde que accedió a la presidencia en 2013.

Su visita podría dar impulso al estancado diálogo sobre desnuclearización de la península coreana tras la fallida cumbre de Hanoi.

En un artículo de opinión publicado ayer en el principal diario norcoreano, el mandatario chino afirmó que su viaje contribuirá a «lograr avances» en este sentido y consideró «razonable» la postura de Pyonyang en cuanto a desarme.

En Hanoi, capital vietnamita, Pyonyang abogó por una desnuclearización gradual acompañada del progresivo levantamiento de sanciones, mientras que Washington dijo que no relajaría sus sanciones mientras el régimen no elimine su programa nuclear, de misiles y de armas químicas y biológicas.

Además, el gobierno norcoreano reclama la firma de un tratado de paz que dé por cerrada definitivamente la Guerra de Corea (1950-1953), técnicamente interrumpida solo por un alto el fuego.

Xi se verá con Donald Trump en una semana, en la cumbre del G20 de la ciudad japonesa de Osaka, lo que acrecienta las expectativas de esta cumbre con Kim.