Las protestas se propagaron también en las ciudades de Glasgow, en Escocia, y Liverpool, en el oeste de Inglaterra.

«Demuestra la profunda ira de la gente ante los nuevos recortes que va a introducir el Ejecutivo ´tory´ con menos apoyo electoral de todos los tiempos», denunció Steve Cawley, dirigente regional del Partido Socialista.

Rabia, furia, enojo… fueron los sentimientos más repetidos en esta jornada de protesta y primera convocatoria a nivel nacional desde que Cameron cosechó la mayoría parlamentaria en Westminster con menos del 37% de votos, el pasado 7 de mayo.

«El gobierno no representa a la mayoría del electorado pero su política de austeridad ha tenido un impacto negativo inmediato en las familias con menos recursos y los discapacitados, que han perdido su vivienda y ayudas sociales», protestó la profesora Jen Wilkinson en declaraciones a esta agencia.

Los manifestantes expresaron esperanza de que la Asamblea Popular crezca hasta convertirse en una versión británica de Podemos, la organización política española, o que la masiva respuesta a la convocatoria de hoy sea el germen de un genuino movimiento popular contra el poder ´tory´ y la élite económica social.

«En el último año han brotado colectivos y grupos de presión locales y esta manifestación dará confianza a la gente para unirse a la lucha con la confianza de que forman parte de un movimiento que va a continuar con las protestas», defendió Helen Yaffer, profesora de Historia Económica pero condenada al paro este curso.

En la plaza del parlamento de Westminster, donde culminó la marcha que comenzó horas atrás en el barrio financiero de Londres, el sindicalista Peter Logan coincidió en que «los próximos cinco años van a estar dominados por protestas, huelgas y manifestaciones, a nivel local y nacional».

«Hemos enviado un importante mensaje a Cameron de que no vamos a tolerar el programa de austeridad de su gobierno, que no tiene derecho de arruinar las vidas del 63% del electorado que no le votó», declaró Logan.

La manifestación procedió con ambiente jovial por el centro de Londres ante la vigilante mirada de cientos de efectivos de policía y guardas privados de seguridad.

Un aguacero al caer la tarde puso fin a la concentración en Westminster justo después de la intervención pública de políticos, sindicalistas y celebridades, entre ellos, el laborista Jeremy Corbyn, el republicano irlandés del Sinn Fein, Martin McGuinness, la diputada del Partido Verde, Caroline Lucas, y la cantante Charlotte Church.