El presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el primer ministro japonés, Shinzo Abe, abordaron hoy las perspectivas de la firma de un tratado de paz para poner fin al litigio territorial en torno a las islas Kuriles, pero no hubo avances y los dos mandatarios acordaron volver a verse en noviembre.

Durante un breve encuentro con Abe en los márgenes del Foro Económico Oriental que se celebra en Vladivostok, donde ambos gobernantes participan en la sesión plenaria, Putin calificó de «estables y dinámicas» las relaciones con Japón.

Sostuvo que los acuerdos alcanzados entre los dos líderes durante la cumbre del G20 en Osaka, relacionados con la búsqueda de un tratado de paz para resolver la disputa sobre las islas Kuriles, pendiente desde la Segunda Guerra Mundial, y con elevar las relaciones bilaterales a un nuevo nivel, «se están implementando».

Abe sostuvo por su parte que las dos partes han cumplido sus acuerdos, incluidas las visitas a tumbas japonesas en las islas Kuriles, denominadas Territorios del Norte por Japón, por parte de familiares, y la implementación de proyectos económicos conjuntos, consignó la agencia de noticias EFE.

«Lo apreciamos», indicó el primer ministro japonés.

Según dijo hoy el asesor presidencial ruso, Yuri Ushakov, las negociaciones sobre la resolución de la disputa territorial se encuentran «en el mismo estado», esto es que no hubo avances en la reunión de hoy entre Putin y Abe.

«Se acordó que los formatos que funcionan continuarán» para abordar esta cuestión, agregó Ushakov, quien indicó que los dos mandatarios mantendrán un intercambio de opiniones durante la cumbre del Foro de Cooperación Asia-Pacífico (APEC) que se celebrará en noviembre en Chile.

Cuatro ínsulas de ese archipiélago, integrado por 56 islas e islotes, fueron ocupadas por Rusia durante Segunda Guerra Mundial y están administradas por Moscú desde el final del conflicto en 1945.

El desacuerdo sobre su soberanía es la razón de que aún hoy Japón y Rusia no hayan firmado un tratado de paz tras la contienda.

Tokio reclama la devolución de las islas Iturup, Kunashir, Shikotan y Habomai y confía en recuperar al menos la soberanía de dos de ellas, opción definida en la Declaración Unión Soviética-Japón de 1965, según el gobierno nipón.

Moscú, por su parte, alega que dicho texto contempla primero la firma del tratado de paz antes de abordar la devolución de dos de las islas más pequeñas del archipiélago, Shikotan y Habomai.