Los líderes de la izquierda española y catalana propusieron hoy un plan para encontrar un «mediador» que frene la escalada entre Madrid y Barcelona, una iniciativa que el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, rechazó y a la cual la máxima autoridad de la región de Cataluña, Carles Puigdemont, pareció adherir cuando ratificó su intención de declarar la independencia la próxima semana.

Primero Rajoy conversó por teléfono con el líder del partido Podemos, Pablo Iglesias, y le agradeció sus esfuerzos para intentar mediar en la crisis política con Cataluña, pero le dejó claro que lo que espera ahora de Puigdemont es que «renuncie» a sus aspiraciones independentistas, algo que el dirigente catalán dijo en el pasado que es «innegociable».

Fuentes del gobierno español le dijeron a los diario El País y El Mundo que, además de rechazar una mediación inmediata, Rajoy le contestó a Iglesias que no está dispuesto a negociar con dirigentes que plantean «un chantaje tan brutal» al Estado, una expresión que hizo acordar al discurso extremadamente duro que dio ayer el rey Felipe VI ante la nación.

Poco después, Puigdemont dio un nuevo mensaje a la nación para ratificar su compromiso con «una mediación», «un diálogo» y hasta afirmó que su gobierno recibió «muchas propuestas» y auguró que recibirán «más». No mencionó específicamente la propuesta lanzada por la izquierda, a través del líder de Podemos, Iglesias.

A su vez, Puigdemont fue claro al reiterar que seguirán «con el mismo espíritu» en su búsqueda de la independencia de España y defendió la «validez» y la «legitimidad» del referéndum del domingo pasado, que fue fuertemente reprimido por la Policía nacional, luego que la Justicia lo declarara ilegal.

El líder catalán se mostró abierto al diálogo con Madrid, pero fue especialmente duro con Rajoy y con el rey Felipe VI y su discurso de ayer.

«El Rey adopta las mismas políticas que el gobierno de Rajoy. Ignoró e ignora a todos los catalanes que han sido víctimas de la violencia» represiva de la Policía el domingo pasado, durante el referéndum independentista, que dejó casi 900 heridos.

«El Rey ha perdido una oportunidad de dirigirse a todos los ciudadanos», sentenció Puigdemont.

A Rajoy, en tanto, lo responsabilizó por la sangrienta represión del domingo.

«Este conflicto debe resolverse de manera política y no con la policía», sentenció y, por eso, lamentó: «Nunca hemos recibido una respuesta de parte del gobierno de España sobre una negociación».

Horas antes, Podemos y la izquierda española habían despertado una efímera esperanza entre millones de españoles que esperan evitar nuevas escenas de violencia en Cataluña, después de la cruenta represión del domingo pasado.

«He transmitido personalmente esta propuesta al President de la Generalitat (gobierno catalán) y al presidente del gobierno español. He hablado con el señor Puigdemont y el señor Rajoy y no me han dicho que «no» a esta propuesta», dijo el líder de Unidos Podemos, en conferencia de prensa en el Congreso de los Diputados de Madrid.

Según explicó, concretamente les pidió a Rajoy y Puigdemont «que se pongan de acuerdo en una mediación, esto quiere decir, «que se siente en una mesa para discutir, en principio exclusivamente, de una persona o equipo de personas que puedan mediar para iniciar un diálogo político que por desgracia está roto».

En paralelo, Iglesias, secretario general de Podemos, y el de En Comùn Podem, Xavier Domènech, conversaron con «actores sociales muy relevantes» cuyos nombres no quisieron desvelar para no entorpecer la posible puesta en marcha de un proceso de mediación.

Ambos aseguraron que la iniciativa está recabando amplios apoyos y confían en que permita «desencallar» la situación en un momento de «gran preocupación social» en Cataluña y España.

«Hemos hablado con dirigentes catalanes, también los independentistas, y yo mismo he podido hablar con Miquel Iceta (líder de los socialistas catalanes), quien valoró positivamente la iniciativa, y la iba a trasladar al Partido Socialista (PSOE), indicó Domènech.

«El objetivo de encontrar los espacios para iniciar un proceso de desescalada», remarcó.

El anuncio de Podemos se produjo tras una reunión que Rajoy mantuvo en La Moncloa con los arzobispos de Barcelona y Madrid, Juan José Omella y Carlos Osoro, respectivamente, para avanzar en una mediación en el conflicto de Cataluña, según informó la agencia Europa Press.

Por otra parte, el gobierno catalán mantuvo en las últimas semanas contactos con Omella y con el abad de Montserrat, Josep Maria Solé, unas conversaciones que tendrían el beneplácito de la Santa Sede, según el diario El Periódico.

Tras las actuaciones policiales durante el referéndum del domingo, Omella criticó la «situación de violencia» y pidió una salida «pacífica y democrática».

También el Síndic de Greuges (Defensor del Pueblo catalán), Rafael Ribó, se ofreció hoy para promover una mediación a nivel internacional, estatal y catalán para conseguir un diálogo “sin condiciones” entre todas las partes.