Inglaterra y Gales podrían sufrir en marzo una de las mayores interrupciones en los servicios públicos, debido a las huelgas que trabajadores de diversos sectores llevarán a cabo en reclamo de aumentos salariales, en línea con la inflación.

El mes pasado se concretaron algunas de las huelgas más grandes de la historia del país, en medio de una disputa entre los trabajadores y el Gobierno británico por mayores ingresos y mejoras en las malas condiciones laborales.

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Sin haberse recuperado de las pérdidas relacionadas con la pandemia, Reino Unido está afrontando una crisis por el aumento del costo de vida impulsado por el alza de los precios de la energía causada por la guerra en Ucrania, entre otros factores.

Para bajar la inflación, que superó el 10% anual, el Gobierno subió las tasas de interés que afectaron también los créditos hipotecarios de los británicos.

Ayer la huelga la inició el personal de más de 150 universidades de todo el Reino Unido.

Mientras, los docentes representados por el sindicato NEU continúan de huelga en Londres y tienen previstas más medidas este mes.

En tanto, el próximo lunes comienzan su tercera ronda de huelgas los trabajadores de ambulancias de Inglaterra y Gales.

A su vez, el miércoles, el personal del NHS (Sistema de salud público), incluidas enfermeras y paramédicos entre otros trabajadores de la salud miembros del sindicato Unison, confirmaron una nueva huelga como parte de una disputa que mantienen en curso con el Gobierno sobre el salario y mejores condiciones laborales.

Continuarán el 13 de marzo los médicos residentes en Inglaterra representados por la Asociación Médica Británica (BMA) y los residentes miembros de la Asociación de Consultores y Especialistas Hospitalarios (HCSA) que organizaron una huelga de 72 horas.

En la misma fecha y durante tres días consecutivos, se suman también los aprendices de odontología hospitalaria en Inglaterra representados por la Asociación Dental Británica (BDA).

Entre el 15 de marzo y 1 de abril habrá más medidas anunciadas de los choferes de subtes de Londres y miles de trabajadores más del sector público.