Rusia anticipó hoy que no puede garantizar la prolongación automática del alto el fuego en la ciudad siria de Alepo, que vence esta tarde, debido a que eso depende de que Estados Unidos separe a la oposición moderada de los «terroristas».

«¡Veremos cómo va el día!», aseguró Serguei Riabkov, viceministro de Relaciones Exteriores ruso, a la agencia oficial RIA Nóvosti.

El diplomático recordó que el Kremlin ya advirtió que la duración de la pausa humanitaria no depende de Rusia, sino «de si se producirán los debidos pasos por la otra parte», en referencia a Estados Unidos y su promesa de separar a los milicianos «moderados» de los extremistas del Frente Fateh al Sham (ex filial siria de Al Qaeda).

Desde que Rusia anunciara la pausa humanitaria, el presidente ruso, Vladímir Putin, prolongó en dos ocasiones el cese de los bombardeos de su Fuerza Aérea para abrir un corredor humanitario en la ciudad siria asediada.

En caso de que Rusia decida no prolongarla, la pausa, que rige desde el jueves, concluirá hoy a las 19 hora local (13 de Argentina).

No obstante, según los activistas de derechos humanos, muy pocos civiles o combatientes aprovecharon los corredores habilitados por rusos y sirios para abandonar la ciudad, según la agencia EFE.

El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, aseguró que los yihadistas obstaculizan la salida de civiles «mediante amenazas, chantaje y la fuerza bruta», además de sabotear la llegada de ayuda humanitaria.

El Kremlin advirtió que no permitirá que los yihadistas aprovechen el cese de los bombardeos para reagruparse y hacer acopio de munición y pertrechos para lanzar una nueva ofensiva contra Alepo.

Rusia cesó los bombardeos contra Alepo después de que la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Francoise Hollande, tacharan la actual campaña aérea rusa de crimen de guerra al reunirse esta semana con Putin en Berlín.