La aerolínea irlandesa de bajo coste Ryanair se vio obligada a anular este viernes decenas de vuelos en Europa, en una nueva jornada de huelga de sus trabajadores de seis países europeos que reclaman contratos laborales acordes a sus países de residencia.

La compañía prevé la anulación en total de unos 250 vuelos a lo largo de la jornada por el paro convocado en España, Bélgica, Holanda, Portugal, Alemania e Italia por los sindicatos de personal de cabina, a los que se sumaron en algunos países los sindicatos de pilotos.

Ryanair dijo en un tuit que 2.150 vuelos (90% de los programados) operarán con normalidad y que «tomó todas las medidas necesarias para minimizar» los paros y notificar las diversas opciones a los clientes afectados por la huelga «lo antes posible».

No obstante, los sindicalistas advirtieron la víspera que la aerolínea calculó por lo bajo los vuelos que se verían afectados, algo que, para el sindicato belga CNE, podía crear «tensiones e inseguridad» para personal y pasajeros.

En Eindhoven, donde se anularon 18 vuelos con salida o destino en esta ciudad holandesa, un portavoz del sindicato de pilotos VNV, Joos van Doesburg, dijo a la AFP que muchos vuelos se anularon media hora antes del despegue. «El ambiente estaba caldeado», agregó.

Un escenario similar en Portugal, donde según la web de Aeropuertos de Portugal, se anularon hasta las 08H00 GMT cuatro vuelos en Lisboa, seis en Oporto y dos en Faro. Una decena de personas esperaban respuestas ante el mostrador de esta última ciudad.

«Nuestro vuelo debía despegar hace hora y media, pero acaban de encontrar una solución», indicó una pasajera de unos 50 años a la televisión lusa SIC, explicando que tendrá un trayecto de 5 horas en autobús en lugar de 50 minutos de vuelo. «Al menos llegaré hoy», dijo.

Ryanair anuló 133 vuelos durante la mañana en Alemania, «un 40% de su oferta habitual», según la agencia alemana DPA. Mira Neumaier, del sindicato de personal de cabina Verdi, estimó en declaraciones al diario Bild que 250 vuelos serán anulados sólo en su país.

En España, donde el gobierno español impuso servicios mínimos al no ponerse de acuerdo sindicatos y dirección, 15.000 pasajeros se vieron afectados por la suspensión de 86 vuelos, sobre todo en Valencia, Alicante y Palma, según el sindicato USO.

Contratos en países de residencia

El paro es un nuevo capítulo del descontento que comenzó hace un año y obligó a la primera aerolínea europea en número de pasajeros a negociar con los sindicatos, algo que se había negado a hacer en sus tres décadas de historia.

En julio, la huelga de pilotos y tripulación afectó a 600 vuelos y 100.000 pasajeros en Bélgica, Irlanda, Italia, Portugal y España. Un mes después, un paro de pilotos en Alemania, Bélgica, Suecia, Irlanda y Holanda dejó en tierra 400 vuelos y a 55.000 pasajeros.

La compañía dirigida por el controvertido Michael OLeary considera en cambio el nuevo paro «irrazonable», visto el «progreso» registrado a su juicio en las negociaciones, dijo a los periodistas el jueves su director de operaciones Peter Bellew.

«Nosotros queremos que el derecho belga se aplique» a los trabajadores «cuya jornada comienza y termina habitualmente» en este país, resumió el principal reclamo de los trabajadores, Yves Lambot, del sindicato CNE, en el aeropuerto belga de Charleroi (sur).

Los sindicatos reclaman mejores condiciones laborales y, especialmente, la contratación de cada empleado mediante un contrato regido por la ley de su país de residencia. Actualmente, Ryanair emplea a una buena parte de su personal con contratos de derecho de Irlanda, donde tiene su sede.

La Comisión Europea advirtió el miércoles a la aerolínea que «no es la bandera del avión la que determina la ley aplicable, sino el lugar de donde los trabajadores se marchan por la mañana y a donde regresan la noche», tras una reunión con OLeary, a petición suya.

La dirección de la aerolínea mantiene el pulso. «Anulen esta huelga que no apoya la gran mayoría de trabajadores de Ryanair», dijo ese día OLeary en Diegem, cerca del aeropuerto de Bruselas, según la agencia Belga, lamentando la celebración de un nuevo paro pese a que aceptaron negociar.

Tras las huelgas de los últimos meses, Ryanair ha intentado apagar la protesta firmando convenios colectivos, de momento en Reino Unido, Irlanda e Italia, en los que acepta aumentos salariales y mejoras de las condiciones laborales.