El flamante presidente de Paraguay, Santiago Peña, recibió hoy a los jefes de los poderes públicos para acordar con ellos una “agenda” de “lucha frontal contra la corrupción”, informó la prensa local.

La corrupción es un flagelo que erosiona la fortaleza de las instituciones” e “impide el desarrollo”, dijo el mandatario, que asumió el gobierno el martes pasado.

“Este es un desafío que tiene que encontrarnos hoy a los paraguayos más unidos que nunca y los que estamos al frente de los poderes del Estado y (los organismos) extrapoder tenemos la posibilidad y la oportunidad de trabajar todos juntos”, agregó.

Al encuentro, realizado esta tarde en la residencia presidencial de Mburuvicha Róga, asistieron los presidentes del Congreso, senador Silvio Ovelar, y la Corte Suprema de Justicia, César Diesel, así como el fiscal general, Emiliano Rolón, y el contralor general de la República, Camilo Benítez, según la agencia estatal de noticias IP.

También estuvieron presentes el vicepresidente, Pedro Alliana, y el asesor presidencial José Alderete.

Peña reveló luego de la reunión que “la agenda tiene como punto principal la lucha frontal contra la corrupción” y también incluye el combate al contrabando y al tráfico de drogas y de armas.

En tanto, Benítez afirmó que el objeto del encuentro fue dejar de trabajar de manera aislada desde cada poder del Estado y crear un “ecosistema de control” que ayude a reducir la percepción que tiene la ciudadanía sobre la corrupción en el país, según el diario ABC Color.

El contralor expresó su adhesión a la intención de suprimir la Secretaría Nacional Anticorrupción (Senac), manifestada por Peña antes de asumir el gobierno.

“Hay que decir que la Senac, en estos últimos 11 años de existencia, no ha podido cumplir con su cometido”, sostuvo Benítez, quien reclamó “autonomía e independencia” para los organismos de control.

La reunión fue convocada “repentinamente”, en medio de rumores según los cuales Estados Unidos anunciaría en los próximos días nuevas sanciones a autoridades paraguayas e incluso un eventual pedido de extradición, según el diario Última Hora.

Washington sancionó hace un año al ex presidente Horacio Cartes -jefe político de Peña-, a quien calificó como “significativamente corrupto”, y después penó a algunas de sus empresas.