Un avión de transporte militar ruso con 65 prisioneros de guerra ucranianos a bordo que iban a ser parte de un canje, cayó este miércoles en la región de Belgorod, fronteriza con Ucrania, sin que quedaran sobrevivientes, según anunció el Ministerio de Defensa ruso.

«Hacia las 11 de Moscú (las 5 en la Argentina), un avión Il-76 se estrelló en la región de Belgorod (…) A bordo se encontraban 65 soldados prisioneros del Ejército ucraniano, trasladados hacia la región de Belgorod con vistas a un canje, seis tripulantes y tres acompañantes», indicó el Ministerio.

«Una comisión del Ejército del Aire ha partido hacia el lugar de la caída del avión para establecer las causas de la catástrofe», agregó el texto, recogido por la agencia de noticias AFP.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, anunció que Moscú aclarará lo más pronto posible las circunstancias del accidente.

«Es información bastante nueva, ahora la estamos aclarando», dijo Peskov ante la prensa contestando a la pregunta sobre las circunstancias de la catástrofe, reseñó la agencia de noticias Sputnik.

Imágenes publicadas en redes sociales muestran un aparato que cae en picada antes de una fuerte explosión, acompañada de llamas y una humareda negra.

El presidente de la Cámara baja rusa, Viacheslav Volodin, acusó a Kiev de haber derribado el avión, al intervenir en una sesión plenaria.

Volodin propuso que la Duma (tal el nombre de la Cámara de Diputados rusa) haga un llamamiento a los parlamentos de Estados Unidos y de Alemania «para que los diputados vean por fin a quién están financiando y ayudando».

Desde el inicio de la ofensiva contra Ucrania, Rusia ha sufrido varias catástrofes aéreas con aeronaves militares.

En el pasado, Ucrania ha abatido aviones rusos. La semana pasada, Kiev reivindicó haber destruido un avión de espionaje A-50 y un avión de comando Il-22.

También se estrelló en agosto de 2023 un avión que transportaba al jefe del grupo paramilitar Wagner, Yevgueni Prigozhin, en un vuelo entre Moscú y San Petersburgo en el que murieron tanto el controvertido empresario como sus lugartenientes.

Las autoridades rusas desmintieron cualquier implicancia con aquel incidente, ocurrido semanas después del motín abortado del grupo Wagner.