Varios miles de partidarios del presidente turco Recep Tayyip Erdogan se manifestaron este domingo en Alemania, donde las tensiones se multiplican en el seno de la importante diáspora turca tras el fallido golpe de Estado, para apoyar al gobierno de Ankara.

Hacia las 15 GMT, 40.000 personas desfilaban en las calles de Colonia (oeste), según la policía local. Los organizadores esperaban hasta 50.000.

Agitando miles de banderas turcas, formaron una verdadera marea roja sobre la orilla derecha del Rhin. Algunos portaban pancartas loando a «Erdogan, combatiente por las libertades».

La manifestación en apoyo al jefe de Estado turco, cuyo lema es «Contra el golpe de Estado y por la democracia», ha sido organizada por la Unión de Demócratas Europeos-Turcos (UETD), considerada un lobby del partido en el poder en Ankara.

Breves enfrentamientos

Los participantes en el encuentro entonaron el himno turco y después, el alemán. Además guardaron un minuto de silencio en memoria de las 270 personas muertas durante la intentona golpista del 15 de julio, que ha sido utilizada por el presidente turco para tomar nuevas medidas que afianzan aún más su poder.

A lo largo del fin de semana, continuó la purgas masiva contra supuestos partidarios de enemigo de Erdogan, el predicador Fethullah Gülen, con otros 1.400 militares destituidos el sábado, entre ellos, el consejero militar más cercano a Erdogan.

El mandatario también anunció su intención de pasar a controlar directamente los servicios de inteligencia y a los jefes del estado mayor del ejército.

Las tensiones en Turquía están cada vez más presentes en Alemania, donde vive la mayor diáspora turca en el mundo, con 1,55 millones de personas. Si se incluyen los alemanes de origen turco, llega a los tres millones.

En Colonia, habían sido desplegados 2.700 policías y ocho cañones de agua para evitar incidentes, ya que paralelamente tenían lugar varias contra-manifestaciones en distintos puntos de la ciudad.

Las fuerzas de seguridad debieron intervenir para separar a un centenar de turcos nacionalistas cercanos a la extrema derecha y otro centenar de kurdos, a punto de llegar a las manos, sin que llegara a haber heridos.

Asimismo, dispersaron una manifestación de 250 personas reunidas en el centro de la ciudad convocadas por un grupo islamófobo local. La policía evocó un ambiente de «agresividad».

Prohíben un discurso de Erdogan en directo

Los organizadores hicieron todo lo posible para que fuera difundida en directo una intervención de Erdogan, pero las autoridades alemanas, temiendo altercados, se opusieron.

La Corte Constitucional alemana, máxima jurisdicción del país a la que habían apelado los organizadores, confirmó el sábado esta prohibición. Un portavoz de la presidencia turca tachó la decisión de «inaceptable» y exigió «explicaciones».

La policía también rechazó que conocidos responsables del gobierno turco, como el ministro de Relaciones Exteriores, participaran en el acto. Al final, solo pudo asistir el ministro de la Juventud y Deporte turco, Akif Cagatay Kilic.

En Alemania, los opositores del partido islamo-conservador en el poder (AKP) aseguran sufrir amenazas y ser acosados, en el contexto de las purgas masivas post-golpe.

Los responsables alemanes, empezando por la canciller Angela Merkel, expresaron su preocupación frente a los posibles incidentes.

«Importar las tensiones políticas internas de Turquía aquí (…) e intimidar a la gente que tiene otras convicciones políticas no está bien», declaró el jefe de la diplomacia alemana, Frank-Walter Steinmeier, al diario Süddeutsche Zeitung.

A las ya deterioradas relaciones entre Turquía y Alemania, sobre todo desde que los diputados alemanes reconocieron en junio el genocidio armenio, se unió esta semana la crispación después de que Ankara pidiera la extradición de varias personas supuestamente vinculadas con las redes de Fethullah Gülen, a quien las autoridades turcas acusan de haber instigado el levantamiento.