La guerra de casi cinco años, que ha devastado ciudades y pueblos del norte de Siria e Irak, terminó en Baghuz, una pequeña aldea fronteriza en el este de Siria, donde los acorralados combatientes islámicos resistieron por última vez, bajo un duro asedio que duró semanas de parte de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) encabezadas por combatientes kurdos.

El anuncio fue hecho por un oficial de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), que cuentan con el apoyo de la Casa Blanca y que han estado luchando contra soldados del grupo islámico a las afueras del pueblo de Baghuz.

«Las Fuerzas Democráticas Sirias declaran la eliminación total del llamado califato y la derrota 100% territorial de EI», dijo Mustafa Bali, vocero de FDS a través de Twitter.

«En este día único, homenajeamos a los miles de mártires cuyos esfuerzos hicieron posible la victoria», añadió. Para festejar su triunfo, los combatientes erigieron banderas amarillas, símbolo de las FDS , en Baghuz.FDS

Cerca de Baghuz, en Al Omar, un campo petrolero usado como retaguardia del asalto antiyihadista, hombres y mujeres que integran las FDS, en las que predominan los kurdos, bailaron la dabke, una danza tradicional y una banda militar tocó el himno estadounidense como parte de los festejos.

La pérdida de lo poco que les quedaba en su último reducto significa el final territorial del EI en Siria, tras su derrota en el vecino Irak en 2017. Pero los comandantes kurdos y occidentales estiman que el combate no ha terminado.

El viernes, el propio Donald Trump anunció mediante un comunicado que le complacía «anunciar que con nuestros socios de la coalición internacional (…), incluidas las fuerzas de seguridad iraquíes y las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), Estados Unidos ha liberado todos los territorios controlados por el EI en Siria e Irak, el 100% del califato».

Tras haberse apoderado de extensas regiones en Siria y en Irak, el Estado Islamico proclamó en junio de 2014 un «califato» en un territorio del tamaño del Reino Unido, en el que instauró su propia administración, recaudó impuestos y lanzó una campaña de propaganda para atraer a extranjeros.

El comandante supremo de las FDS, Mazlum Kobane, afirmó durante los festejos en Al Omar que el fin del «califato» marca «el inicio de una nueva fase en la lucha contra los terroristas», que consiste en acabar con las células durmientes de los yihadistas, «gran amenaza para nuestra región y el mundo entero».

guerra en siria

En el mismo acto, el emisario estadounidense para la coalición internacional anti-EI liderada por Estados Unidos, William Roebuck, habló por su parte de una «etapa crucial» en la lucha contra la organización yihadista.

Por su parte, el secretario general de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), Jens Stoltenberg, estimó que el desenlace es «un logro remarcable de la coalición internacional» y reiteró su compromiso «en nuestra lucha común contra el terrorismo».

En los últimos seis meses de combates, más de 630 civiles, entre ellos 209 niños y 157 mujeres, resultaron muertos en esta última ofensiva, según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH). También perdieron la vida 1.600 yihadistas y 730 combatientes de las FDS. El total de victimas de la guerra asciende a más de 370.000 personas, en el lapso que va desde marzo de 2011 a la actualidad.