El transporte público y la atención médica se paralizaron hoy en Atenas por una huelga de 24 horas observada por trabajadores estatales y privados en protesta contra planes del nuevo gobierno griego, entre ellos limitar el derecho de huelga.

La huelga, la primera desde el retorno de los conservadores al poder, en julio, también busca que el gobierno dé marcha atrás con un proyecto de ley para atraer inversiones que introduce la primacía de los acuerdos de empresa sobre los convenios colectivos.

Los sindicatos se oponen especialmente al plan del primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, de introducir el voto electrónico obligatorio para declarar una huelga, y que ésta solo pueda tener lugar cuando obtiene un mínimo del 51% del apoyo de los afiliados.

Los colectivos y los trolebuses, así como una de las tres líneas del subte de Atenas, no circulaban, mientras que las otras dos líneas hicieron paro por la mañana hasta las 09.00 y lo repetirán durante tres horas hasta la medianoche.

El tranvía paró entre las 7 y las 11, informó la agencia de noticias EFE.

A la huelga se sumaron asimismo los médicos y el personal sanitario de los hospitales, con excepción de los que prestan servicios mínimos.

Los ferris están amarrados en los puertos, a pesar del dictamen de un tribunal del Pireo, el principal puerto de Atenas, que accedió a la demanda de los armadores y declaró ilegal la huelga en este sector.

El paro no afecta al transporte aéreo ni a los trenes de cercanías que hacen la conexión con el aeropuerto internacional de Atenas.

A la huelga se adhirieron también los trabajadores de los medios de comunicación, que declararon un paro de tres horas.