El presidente estadounidense Donald Trump atraviesa su peor momento desde que llegó a la Casa Blanca en 2016.

Cada vez más aislado y algo frustrado, el magnate sufre el asedio de la prensa y el avance de investigaciones que no le permiten dejar de estar “contra las cuerdas”, ya no sólo involucrando asuntos de gobierno sino también personales.

Las causas que salplican a la administración parecen lanzar balas que repiquetean cada vez más cerca del propio Trump, y llegan a hombres muy cercanos al presidente, que pareceria estar viendo como éstos se vuelven contra el.

Si, los hombres del presidente se vuelven contra el presidente. Es que esta semana, el empresario que ocupa el más alto cargo político del país norteamericano sufrió reveses que provinieron de su círculo íntimo.

En primera instancia, el ex abogado personal de Trump, Michael Cohen, lo involucró en un al declarar en una causa que investiga pago de dinero a mujeres que aseguran tener problemas con él.

Casi al mismo tiempo, su ex jefe de campaña fue encontrado culpable por cargos financieros, aunque para tranquilidad del presidente no lo salpicó directamente, ni a él ni a la campaña.

Pero luego aparecieron las revelaciones en torno a su antiguo amigo David Pecker, director ejecutivo National Enquirer American Media Inc., que afirmaban que éste había recibido inmunidad ante la Justicia para aportar información, idéntica situación por la que atraviesa Allen Weisselberg, otrora colaborador de Trump padre.

Más allá de que, según los indicios, la declaración se centraría en Cohen, no dejan de ser dardos que le pasan cerca al presidente, quien ha mostrado su malestar cada vez que fue consultado acerca de la injerencia rusa en las elecciones que lo consagraron.

Teniendo en cuenta este recelo, no son pocos los que comienzan a preguntarse qué pasaría si la presión sigue aumentando sobre la figura de Trump.