Taiwán informó este jueves la detección de 68 aviones de guerra y 10 buques chinos alrededor de la isla, después de denunciar esta semana que China realizaba entrenamientos aéreos y marítimos en el Pacífico occidental, y de la presencia de naves estadounidenses y canadienses en el estrecho de Formosa, que separa ambos territorios asiáticos.

«Fueron detectados 68 aviones del Ejército y 10 buques de la Armada de China entre el miércoles y hoy», dijo el Ministerio de Defensa taiwanés en un comunicado, replicó la agencia de noticias AFP.

El reporte se conoció luego de que el miércoles el Ministerio de Defensa taiwanés comunicara que 35 aviones de combate chinos habían sido localizados alrededor de la isla y que algunas aeronaves se habían dirigido al Pacífico occidental para realizar entrenamientos marítimos y aéreos junto al portaviones Shandong.

Las naves, un conjunto de cazas y drones, fueron detectadas desde la mañana del miércoles, según las autoridades taiwanesas.

El Shandong, uno de los dos portaaviones operativos de la flota china, fue detectado el lunes a unas 60 millas náuticas (110 kilómetros) al sureste de Taiwán navegando hacia al Pacífico Occidental, según Taipéi.

El Ministerio de Defensa de Japón también dijo el miércoles que su armada había detectado seis buques, además del Shandong, con aviones y helicópteros, avanzando a unos 650 kilómetros (400 millas) al sur de la isla nipona de Miyakojima, al este de Taiwán.

De acuerdo con Taiwán, China intensifica las actividades en una «zona gris» en torno de la isla y lo acusa de intentar incrementar las tensiones regionales y la presión sobre este territorio, evitando al mismo tiempo un conflicto abierto.

El lunes pasado Taiwán informó que había detectado 39 aviones militares, además un portaaviones chino, cerca de la isla, justo después de que un destructor de Estados Unidos y una fragata de Canadá transitaran por el estrecho de Taiwán el pasado fin de semana previo, hecho que la Marina estadounidense calificó como una «demostración de compromiso».

China, que no emitió ningún comentario oficial sobre un simulacro en el Pacífico Occidental, dijo el miércoles que una «unidad de la aviación» había realizado «recientemente» un entrenamiento en un radio de «miles de kilómetros», sin mencionar a Taiwán.

En paralelo, Taiwán acusó al multimillonario Elon Musk -dueño de la red social X- de «adular ciegamente» a Pekín, después de que el empresario afirmara que esta isla, que tiene su propio Gobierno, es una «parte integral» de China, y lo comparara con Hawái en un podcast.

Musk «adula ciegamente a China y si sus comentarios nacen de intereses comerciales, no merecen ser tomados en serio y este orador no merece respeto», declaró el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, Jeff Liu.

«No sabemos si el libre albedrío de Musk está en venta, pero Taiwán no está en venta», afirmó el portavoz.

China considera a Taiwán – adonde huyeron los nacionalistas chinos tras su derrota en una guerra civil ante los comunistas en 1949 – una provincia que debe ser reunificada.

Los vínculos entre Taiwán, donde viven 23 millones de personas, y China continental solo se restablecieron a nivel empresarial e informal a fines de la década de 1980.

Las tensiones entre la isla y el continente crecieron a su máximo nivel en los últimos años, no solo a través de declaraciones diplomáticas cruzadas, sino también ejercicios militares en la zona.

En agosto del año pasado, la situación entre China y Taiwán se agravó a raíz de la visita a la isla de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, que el gigante asiático consideró una provocación y a la que respondió con el anuncio de cuatro días de ejercicios militares.

La Casa Blanca se distanció del controvertido viaje de Pelosi a la isla que China reclama como propia, con el argumento de que la dirigente toma sus propias decisiones.

En abril pasado China organizó tres días de ejercicios militares simulando una operación de bloqueo a la isla después de que la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, y el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy, se reunieran en California, pese a las advertencias de Pekín.

Washington reconoce diplomáticamente a China sobre Taiwán, pero mantiene relaciones de facto con Taipéi y apoya el derecho de la isla a decidir su futuro.