Un artículo bastante perspicaz en el blog «Indian Punchline», escrito por Melkulangara K. Bhadrakumar, destaca el agudo contraste entre el conflicto en Siria y el arribo a Teherán del primer tren chino que viaja a lo largo del nuevo ramal de la Franja Ruta de la Seda.

Con el título de «Un tren de la Ruta de la Seda en tiempos de una nueva guerra fría», dice que «dos días después de que se reuniera en Munich el Grupo internacional de Apoyo a Siria, el Medio Oriente fue testigo de un acontecimiento extraordinario, el arribo el lunes a Teherán de un tren de carga transportando 32 contenedores después de un largo viaje de más de 10.000 kilómetros, que empezó en la provincia de Zheijiang, al este de China».

El tren y el Estado Islámico

El viaje duró 14 días, a un promedio de 700 kilómetros al día, atravesando las estepas de Kazajstán y Turkmenistán. Es difícil saber qué será más decisivo de una forma perdurable para la política mundial, si el conflicto en Siria o el primer tren de la Ruta de la Seda de China al Medio Oriente.

En términos inmediatos, bien podría ser que el conflicto en Siria y la guerra en contra del Estado Islámico domine la atención mundial, pero desde una perspectiva histórica, el tren de la Ruta de la Seda quedará como una piedra angular que va a derrotar al Estado Islámico.

Comparando

Echando un vistazo al tren de la Ruta de la Seda, notamos que China ha probado la eficacia del transporte de flete a consignación a Irán en un período de tiempo de una quincena, que es 30 días menos de lo que le toma al viaje marítimo actualmente de Shangai al puerto de Bandar Abbas, en Irán. Y este es el primer intento de una ruta ferroviaria terrestre.

“Podemos estar seguros que Beijing va a mejorar la infraestructura para hacer la ruta más rápida y más barata», escribe Bhadrakumar, quien además destaca que China está construyendo también una línea ferroviaria de trenes de alta velocidad entre Teherán y la ciudad al este de Mashhad.