La principal fuerza de la extrema derecha gala, el Frente Nacional (FN), liderado por Marine Le Pen, fue el partido más votado en las elecciones regionales de hoy en Francia, según las primeras proyecciones realizadas por los medios franceses, después del cierre de los centros de votación.

Con una abstención cercana al 50%, el FN amasó un apoyo de alrededor de entre el 29,5 y el 30,8% a nivel nacional, seguido por Los Republicanos, el partido dirigido por el ex presidente Nicolas Sarkozy, con un 27. En tercer lugar se ubica el oficialista Partido Socialista (PS) con entre un 22,7 y un 23,5%, según la cadena de noticias local France24. El partido dirigido por Marine Le Pen llega en cabeza al menos en seis de las 13 regiones de Francia.

Así, las primeras proyecciones confirman lo que venían aventurando los sondeos: el FN es la fuerza más votada a nivel nacional en las primeras elecciones después de los sangrientos atentados del 13-N en París, que dejaron 130 muertos.

Sin embargo, esto no significa que el partido encabezado por Le Pen se quede con la mayoría de los 1.757 cargos de consejeros regionales y 153 de consejeros territoriales que deben ser renovados en las urnas.

En primer lugar, muchos de los cargos posiblemente deban ser dirimidos por los 44,6 millones de franceses habilitados para votar en el balotage, el próximo domingo.

En segundo lugar, es muy posible que, como ha pasado en el pasado, la derecha, actualmente liderada por Sarkozy, y los socialistas se unan en un «frente republicano», como se conoce en Francia, para evitar que el FN asuma cargos públicos de relevancia.

Mientras en los bunkers del FN la felicidad fue inmediata y las celebraciones comenzaron temprano ni bien se conocieron las primeras proyecciones, el ex presidente Sarkozy también se apuró para capitalizar el duro revés que el gobierno socialista de Francois Hollande podría recibir, si se confirman estas cifras.

«Necesitamos entender y comprender la profunda exasperación de los franceses (…) no entender esta exasperación sería irreponsable», afirmó el ex mandatario a la prensa, citado por France24.

En medio de un masivo despliegue militar y policial en todo el país, enmarcado en el nivel máximo de alerta que se vive desde los atentados de París, la jornada electoral se realizó sin ningún inconveniente ni irregularidad.

Entre los que votaron a la mañana se destacaron el presidente francés, Francois Hollande, quien viajó hasta su feudo electoral en Tulle, Correze.

Ni bien cumplió con su deber cívico, el mandatario volvió a París, en donde esperara los resultados finales, los primeros desde que el gobierno reagrupó las 22 regiones en sólo 13, además de cinco territorios de ultramar.

En el norte del país, en tanto, Le Pen votó en Hénin-Beaumont, su bastión político y uno de los refugios políticos del FN.

Más allá de la reciente reforma de distritos regionales, que prometía dar más poder a los grandes partidos, sin lugar a dudas estos comicios se realizan a la sombra de los atentados del mes pasado, cuando un grupo de atacantes suicidas mató a 130 personas, en una ola de violencia reivindicada por la milicia del Estado Islámico.

Con este trasfondo, el FN de Le Pen y su discurso xenófobo y anti migratorio ganaron popularidad en las últimas semanas y los sondeos le otorgan una inédita ventaja en al menos dos regiones: Nord Pas de Calais y Provenza, Alpes y Costa Azul.

En la primera de estas dos regiones se encuentra la terminal del Eurotúnel que une al continente europeo con Reino Unido, y que en los últimos meses se convirtió en uno de los escenarios más dramáticos y tensos de la crisis de refugiados que sacude a la Unión Europea.

Miles de refugiados de Medio Oriente y África se instalaron en un campo improvisado y en condiciones paupérrimas en los alrededores de la ciudad de Calais a la espera de una oportunidad de colarse en el Eurotúnel y llegar a suelo británico.

Marine Le Pen obtuvo en el norte entre 40,3 y 43% de los votos. Marion Maréchal-Le Pen entre 41,2% y 41,9% en el sudeste.

Tras anunciarse las estimaciones, Marine Le Pen afirmó que es un «resultado magnífico» que recibe «con humildad y un profundo sentido de las responsabilidades». Podemos «realizar la unidad nacional que el país necesitá», agregó. Por su parte, Florian Philippot, reivindicó la condición de «primer partido de Francia».

Estas elecciones regionales adquirieron un cariz nacional a raíz de los atentados de París y del previsto avance de la extrema derecha, ahora confirmado. Son además el último test electoral antes de la presidencial de 2017.

Por su parte, los Republicanos, la fuerza de derecha liderada por el ex presidente Nicolas Sarkozy, también podría anotarse un importante avance en estos comicios. En los anteriores comicios regionales, en 2010, cuando aún eran 22 regiones, el PS había arrasado y conquistado 21 de estos distritos. Ahora solamente se impuso en tres regiones.