La Corte Suprema Electoral turca anunció hoy que el próximo 1 de noviembre se realizarán las elecciones legislativas anticipadas que fueron convocadas ayer por presidente Recep Tayyip Erdogan luego de que su partido agotara el plazo legal de 45 días para formar gobierno sin conseguir hacerlo.

«Esa fecha ha sido decidida tras considerar las condiciones del invierno. Los partidos no han objetado la fecha», dijo el presidente de la Corte Electoral Suprema de Turquía, Sadi Guven en un breve comunicado citado por la agencia de noticias EFE.

El anuncio de Guven fue hecho poco después de que Erdogan encargara al líder del gobernante Partido de Justicia y Desarrollo (AKP), Ahmet Davutoglu, la formación de un gobierno interino hasta las nuevas elecciones.

Davutoglu, primer ministro en funciones que fracasó en su intento de formar un gobierno de coalición tras los comicios del 7 de junio pasado, comentó en rueda de prensa que espera formar uno provisional en el plazo de cinco días.

El gabinete interino debería contar con representantes de todos los partidos representados en el Parlamento.

Pero si el Partido Republicano del Pueblo (CHP, el mayor de la oposición) y el del Movimiento Nacionalista (MHP) rechazan participar -como anunciaron en los últimos días- Davutoglu deberá crear un Ejecutivo con miembros de su AKP, del pro-kurdo Partido Democrático de los Pueblos (HDP) y ministros independientes.

Es la primera vez desde la creación de la Turquía moderna, en 1923, que un presidente encarga la formación de un Ejecutivo interino para llevar al país a nuevas elecciones.

El AKP ganó los comicios de junio pero perdió la mayoría absoluta que tenía desde 2002 y que necesita para modificar la Constitución de acuerdo al deseo de Erdogan de convertir la república parlamentaria turca en una presidencial.

Analistas y medios locales señalan que Erdogan presionó para convocar nuevas elecciones para que su AKP recupere la mayoría absoluta que perdió en junio y pueda gobernar en solitario.

Las elecciones turcas se producen en el marco de una espiral de violencia desatada tras la ruptura, el mes pasado, del alto el fuego vigente durante dos años entre el Estado y la guerrilla kurda del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

Más de medio centenar de miembros de las fuerzas de seguridad murieron desde entonces en una ola de atentados y ataques del PKK, al que el Ejército respondió con operaciones de castigo y bombardeos de cazas sobre la retaguardia de ese grupo armado en el norte de Irak.

Hoy, las Fuerzas Armadas turcas informaron que 34 guerrilleros del PKK murieron en las últimas horas en ataques de la aviación en el norte de Irak.

Además de la guerrilla del PKK, Turquía fue amenazada recientemente por el Estado Islámico (EI), tras permitir la apertura de algunas de sus bases aéreas a los aparatos de la coalición internacional encabeza por Estados Unidos para combatir a los yihadistas en Irak y Siria.

La inestabilidad polí­tica y el recrudecimiento de la violencia impactaron en la economía turca, con la divisa nacional, la lira, en mí­nimos históricos frente al dólar estadounidense y el euro.