El gobierno ucraniano no tardó en criticar y descartar la propuesta del plan de paz del exsecretario de Estado de los Estados Unidos, Kissinger, calificándola de «apaciguar al agresor”.

El asesor presidencial ucraniano Mykhailo Podolyak respondió al artículo de opinión del influyente estadista estadounidense de 99 años en The Spectator, titulado “Cómo evitar otra guerra mundial”, al decir el funcionario europeo, que el señor Kissinger todavía no ha entendido nada…ni la naturaleza de esta guerra, ni su impacto en el orden mundial».

“La receta que pide el exsecretario de Estado, pero que teme decir en voz alta, es simple: apaciguar al agresor sacrificando partes de Ucrania con garantías de no agresión contra los demás estados de Europa del Este”, afirmó Podolyak, expresando un firme rechazo a lo planteado por Kissinger en su pieza.

El funcionario ucraniano agregó, que la propuesta era simplista y dijo: «Todos los partidarios de soluciones simples deben recordar lo obvio: cualquier acuerdo con el diablo, una mala paz a expensas de los territorios ucranianos, será una victoria para Putin y una receta para el éxito”. 

Por su parte, en su artículo de opinión del fin de semana, Kissinger había advertido que los continuos intentos de dejar a Rusia «impotente» podrían resultar en una espiral incontrolable e impredecible. Expresó que junto con la buscada «disolución» de Rusia vendría un enorme vacío de poder del cual surgirían nuevas amenazas para todo el mundo a medida que se precipitaran potencias más grandes.

«La disolución de Rusia o la destrucción de su capacidad para la política estratégica podría convertir su territorio que abarca 11 zonas horarias en un vacío disputado»,  escribió Kissinger. “Sus sociedades competidoras podrían decidir resolver sus disputas por la violencia. Otros países podrían buscar expandir sus reclamos por la fuerza.  Todos estos peligros se verían agravados por la presencia de miles de armas nucleares que hacen de Rusia una de las dos mayores potencias nucleares del mundo. «

Entre los aspectos más controvertidos del plan de Kissinger estaba su sugerencia de la posibilidad de referéndums para territorios en disputa ahora ocupados por Rusia y por los que aún se está peleando «que han cambiado de manos repetidamente a lo largo de los siglos» (es decir, particularmente el Donbas), según el ensayo.

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Sin embargo, Kissinger en mayo pasado también enfureció a los funcionarios ucranianos por atreverse a proponer que Ucrania esté  dispuesta a reconocer a Crimea como parte de Rusia y, a cambio, las fuerzas rusas retrocederían a sus líneas antes de la invasión del 24 de febrero. Previamente ha dejado constancia de que «no fue una política estadounidense sabia intentar incluir a Ucrania en la OTAN».

Asimismo, la postura parece similar a los pensamientos recientes de Elon Musk sobre un plan de «paz entre Rusia y Ucrania». Musk había provocado la ira generalizada y la denuncia de los funcionarios y expertos estadounidenses y ucranianos, dado que dijo que el enfrentamiento con armas nucleares entre las superpotencias sobre Ucrania debe evitarse a toda costa, incluso si eso significa que se deben hacer concesiones territoriales difíciles.