Al cabo de dos días de vuelos cancelados, el aeropuerto internacional de Hong Kong comenzó hoy a retomar la normalidad después de que las autoridades aeroportuarias obtuvieran un fallo judicial que prohíbe a manifestantes reunirse zonas no habilitadas para la protesta.

Las autoridades informaron, en un comunicado publicado en su web, que esta orden judicial temporal servirá para impedir que «la gente obstruya o interfiera de manera voluntaria e ilegal en el uso adecuado» del aeropuerto de Hong Kong.

Asimismo, impide que la gente «participe en cualquier manifestación, protesta o acto de orden público en el aeropuerto en otras zonas que no sean las designadas por la autoridad aeroportuaria».

El requerimiento judicial provisional llega después de que el aeropuerto permaneciese prácticamente bloqueado durante ayer y el lunes por manifestantes que protestaban por la que consideran brutalidad policial al dispersar las protestas públicas que desde hace diez semanas se suceden en la ciudad.

Estas acciones dejaron cientos de vuelos y miles de pasajeros en tierra durante esos dos días.

A las 11.00 hora local (03.00 GMT) del miércoles, había 49 vuelos de salida y 52 de llegada cancelados de los previstos entre las 06.00 de hoy (22.00 GMT del martes) y la medianoche del miércoles (16.00 GMT), constató la agencia de noticias EFE.

El número de manifestantes esta mañana era de apenas medio centenar en la terminal, después de haber sido de miles en los dos días anteriores, según el diario hongkonés South China Morning Post.

Ayer, la sentada en el aeropuerto terminó de manera caótica, con enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad, y con un periodista del combativo diario oficialista Global Times reducido por la multitud.

El reportero, del que los manifestantes sospechaban que era un agente de seguridad, llevaba en su mochila una camiseta con la leyenda: «Amo a la Policía de Hong Kong».

Según el gobierno de Beijing, que califica estas acciones de «cercanas al terrorismo», el periodista y otro ciudadano chino que también fue retenido por los manifestantes continúan en el hospital.

Hong Kong va camino de su undécimo fin de semana consecutivo de protestas, que comenzaron en junio con la oposición a una controvertida propuesta de ley de extradición a China, pero que han evolucionado hacia una serie de demandas de mejora de los mecanismos democráticos de la ciudad que incluye el pedido de renuncia de la gobernadora Carrie Lam.