Fotos: Reuters

Decenas de miles de personas exigieron la salida de Irak de las tropas estadounidenses en una multitudinaria manifestación en la capital iraquí, Bagdad, convocada por el influyente clérigo Muqtada al Sadr tres semanas después del asesinato del general iraní Qasem Soleimaní.

La marcha convocaba con el texto: «¡Hombres, mujeres y jóvenes de la patria! ya es momento de independencia y soberanía ¿acaso aman la patria? (…) levántense por la victoria (…)».

Las calles del barrio capitalino de Al Jadriyah se llenaron con banderas iraquíes portadas por inmensas columnas de personas que desfilaron para expresar su repudio a la presencia estadounidense tras el bombardeo del 3 de enero.

En la madrugada de ese día fueron asesinados el comandante de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria iraní Soleimani y varios líderes milicianos chiítas iraquíes, entre ellos, el número dos de la milicia Multitud Popular, Abu Mahdi al Mohandes.

Algunos manifestantes quemaron imágenes del presidente estadounidense Donald Trump, y otros levantaron sus fotos con una «X» roja tachada encima, mientras otras pancartas escritas tanto en árabe como en inglés lucían consignas como: «No, No, a Estados Unidos», «sí, sí a la soberanía iraquí», o «el terrorismo global se hace en los Estados Unidos de América».

En un comunicado pronunciado por uno de sus asesores delante de los manifestantes en Al Jadriyah, Al Sadr anunció una «pausa temporal» de la resistencia y expresó varias demandas, entre ellas, el cierre de todas las bases militares y compañías de seguridad estadounidenses en Irak.

Además, pidió la cancelación de todos los acuerdos de seguridad con «el ocupante». El influyente clérigo dijo que recurrirán a todos los medios pacíficos hasta que se cumplan estas demandas y salga todos los soldados hasta el último de Irak.

Estados Unidos y otros países mantienen tropas en varias bases militares en Irak, como parte de la coalición internacional para luchar contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI), que controló amplias partes del país desde 2014 hasta que el gobierno declaró su derrota en 2017.

Días después del bombardeo en el que fue ultimado Soleimaní, el Parlamento aprobó comenzar el proceso para la salida de las tropas estadounidenses del país pese a que aún hay gran actividad de la milicia islamista radical EI en el noreste del país.

«Si Estados Unidos cumple con estas demandas entonces no es un país agresor (…) y si viola las condiciones y el tiempo especificado será un país hostil», manifestó hoy Al Sadr, que respalda la mayor alianza de partidos políticos en el Parlamento.

Al Sadr encabezó el grupo armado el Ejército al Mahdi tras la invasión estadounidense de Irak en 2003 y luchó contra las tropas de Estados Unidos. durante años antes de congelar la actividad de esta milicia tras la marcha de las fuerzas norteamericanas en 2011.

Sin embargo, el clérigo chiíta no está alineado con Irán e incluso apoyó las protestas populares que estallaron en el país en octubre, contra el gobierno y la presencia foránea en el país, incluyendo la iraní.

Por otra parte, una ONG cristiana humanitaria informó que cuatro colaboradores -tres franceses y un iraquí- están desaparecidos desde el lunes pasado.

Los cuatro hombres «desaparecieron en los alrededores de la embajada de Francia» en Bagdad, declaró en París Benjamin Blanchard, director general de SOS Cristianos de Oriente.

Blanchard dijo en conferencia de prensa que no se había recibido «ninguna demanda de rescate», informó France24.

SOS Cristianos de Oriente opera en Irak desde 2014, cuando EI se adueñó de la provincia de Mosul y provocó el éxodo, entre otros, de decenas de miles de cristianos y de la minoría yazidí.

Los desaparecidos se encontraban en Bagdad «para renovar sus visados y registrar la asociación ante las autoridades iraquíes», explicó Blanchard.