Un barco que transporta a una delegación de Mauricio zarpó este martes hacia las islas de Chagos para reafirmar los reclamos del país al Reino Unido para que le devuelva ese estratégico archipiélago del océano Índico que alberga una base militar estadounidense, un conflicto que ha sido comparado con el de Malvinas.

Es la primera vez que Mauricio, una nación insular africana, se embarca en una expedición a las islas sin pedir permiso al Reino Unido, dijo el primer ministro Pravind Jugnauth en un comunicado en el que habló de un «paso concreto» para «ejercitar la soberanía y los derechos soberanos» en relación a Chagos.

Las islas de Chagos eran parte de Mauricio hasta que el Reino Unido los separó luego de que el país se independizó del control británico, en 1968.

En 1966, Londres cerró un acuerdo por el cual Estados Unidos estableció una base aérea y naval en Diego García, la más grande de las más de 50 islas, divididas en siete atolones, que integran el archipiélago.

El Gobierno británico fue expulsando de manera gradual a los chagosianos, los habitantes indígenas del archipiélago, unos 2.000. Los últimos de ellos fueron deportados en un barco de carga a Seychelles y Mauricio en 1973.

Muchos se reasentaron en el Reino Unido y han llevado adelante, sin suerte, una batalla legal en los tribunales británicos para que las islas sean devueltas a Mauricio y poder regresar a ellas.

En 2019, la Corte Internacional de Justicia (CIJ), el máximo tribunal de la ONU, falló que el Reino Unido ocupa de manera ilegal el archipiélago, ubicado en el centro del océano Índico, unos 1.200 kilómetros al este de las costa oriental de África.

Dos meses después, la Asamblea General de Naciones Unidas apoyó ese fallo con una resolución que exigía al Reino Unido poner fin a la «administración colonial» de Chagos y devolver las islas a Mauricio, ubicado unos 1.200 kilómetros al suroeste del archipiélago, entre África y éste.

Sucesivos Gobiernos argentinos han comparado el conflicto en torno a Chagos con el de Malvinas, otro territorio objeto de un reclamo internacional contra el Reino Unido.

Los chagosianos expulsados de las islas han denunciado el «doble discurso» de Londres, que por un lado defiende el derecho a la autodeterminación de los kelpers en Malvinas pero les niega a ellos ese mismo derecho, por el otro.

Incluso el papa Francisco sumó su voz al diferendo, diciendo que el Reino Unido debería cumplir con la resolución de la ONU.

Hasta ahora, sin embargo, el Reino Unido, que incluye a Chagos en lo que denomina «Territorio Británico del Océano Índico», ha rechazado respetar las decisiones de la Asamblea y de la CIJ, que no son vinculantes.

Londres argumenta que el archipiélago de Chagos está bajo su soberanía desde 1814 y que su presencia allí tiene una alta importancia estratégica.

En el barco Bleu de Nimes, que zarpó de Seychelles y hará una travesía de 15 días, van chagosianos, entre ellos el representante permanente de Mauricio ante la ONU, asesores legales y científicos que quieren estudiar el Arrecife Blenheim, un atolón parcialmente sumergido ubicado en el noreste de Chagos.

Los ocupantes aplaudieron y vitorearon al zarpar el barco, informó la cadena de noticias británica BBC, que publicó una foto de cinco hombres y mujeres chagosianos a bordo, algunos de ellos con barbijos.

En su comunicado, emitido durante la noche de este lunes, Jugnauth citó el fallo de la CIJ y dijo que «la continuidad de la administración de Chagos por el Reino Unido constituye un acto ilegal».

Jugnauth ha dicho varias veces que la devolución del archipiélago a Mauricio no tendrá implicancias para Estados Unidos y su base militar en Diego García, que podrá mantener.

En 2019, Jugnauth dijo en su discurso ante la Asamblea General de la ONU que la expulsión de los chagosianos «sigue siendo un episodio muy oscuro de la historia equiparable a un crimen contra la humanidad».

Jugnauth dijo que los resultados del estudio serán usados por Mauricio en un caso relativo a la soberanía de Chagos presentado ante el Tribunal Internacional del Derecho del Mar, con sede en Hamburgo, Alemania, por Maldivas, que apoya el reclamo de Mauricio.

Jugnauth no va a bordo del barco, pero este lunes dijo que visitará las islas en otro viaje.