Una cuarta parte de los niños rohinyás de menos de 5 años refugiados en Bangladés sufre malnutrición potencialmente mortal, indicó Unicef.

«Según tres investigaciones médicas y nutricionales dirigidas entre el 22 de octubre y el 27 de noviembre en los campos de refugiados y los campamentos improvisados, hasta un 25% de los niños de menos de 5 años sufre malnutrición aguda grave», lo que amenaza su supervivencia, afirmó Christophe Boulierac, portavoz de Unicef en Ginebra.

«Cerca de la mitad de los niños examinados tienen anemia, hasta un 40% padecen diarreas y el 60%, infecciones respiratorias agudas», precisó.

«Los niños refugiados, que ya soportaron sufrimientos inimaginables cuando huyeron de sus casas, se encuentran ahora frente a una crisis de salud pública», declaró un representante para Unicef en Bangladés, citado por Boulierac.

En un primer estudio publicado el 3 de noviembre, Unicef mencionó una tasa de malnutrición aguda grave de un 7,5% en el campo de Kutupalong en Coxs Bazar, en Bangladés. La nueva investigación publicada el viernes y que fue realizada a la vez en Kutupalong y en el campo de Nayapara, así como en campamentos improvisados, saca a la luz un deterioro de la situación de los niños.

«Menos del 16% de los niños cuenta con un régimen alimentario mínimo, esencial para su crecimiento y su desarrollo», denuncia Unicef.

Unos 655.000 miembros de la minoría musulmana de los rohinyás, perseguidos por la violencia en Birmania, huyeron y encontraron refugio en Bangladés desde el mes de agosto.

El Alto Comisario para los Derechos Humanos de la ONU, el jordano Zeid Raad Al Husein, consideró que no se «podía descartar la posibilidad de actos de genocidio» contra los rohinyás.